PARA QUE TENGAS LAS MEJORES VISTAS DE TI MISMO/A.
Ir a la selva amazónica, tomar ayahuasca en un entorno natural es una experiencia que va más allá de la razón.
Mi nombre es Paula Andrea Carmona, nací en Colombia hace 45 años, vivo en España hace más de 20 años. Cuando me fui de mi país estaba muy perdida, en España las cosas se me complicaron mucho, esto me inspiró a buscar una solución.
Un día estando en un centro de estética de Madrid vi en una revista una publicidad de Ayahuasca, una bebida medicinal que venia de Colombia y que según decía el artículo, ayuda a las personas que están en la búsqueda de soluciones emocionales y espirituales. No lo dudé, en realidad no fui a un retiro de Ayahuasca, sino que fui a la primera cita conmigo misma, todavía no lo sabia pero luego me di cuenta, que ir a tomar esta medicina es ir al encuentro de lo más profundo de uno mismo. Un antes y un después en mi vida.
No me podía creer que esta sustancia natural viniera de la selva colombiana y que fuera tan conocida en mi país de origen, yo no la había conocido allí ni siquiera la había oído nombrar; tuve que salir de mi propio país para descubrir aquello que me abrió los ojos para ver por primera vez lo que me estaba sucediendo en mi vida.
En este camino conocí a mi actual pareja Alberto Varela, un hombre conectado profundamente con la ayahuasca, que ha montado la mayor organización del mundo AYAHUASCA INTERNACIONAL Y LA ESCUELA EUROPEA AYAHUASQUERA destinadas a la expansión de algo que había nacido en el país donde yo nací. Alberto ha sido mal interpretado por mis compatriotas colombianos, amenazado y difamado, pero hace 12 años que vivo con él y puedo decir a todo el mundo que la intención más profunda que ha tenido ha sido respetar la llamada de su corazón de llevar la ayahuasca a todas partes. Por estricta gratitud a lo que supuso en su camino de sanación. Nada más.
A los pocos meses de conocer a Alberto me propuso ir a mi país, pero a la parte selvática del sur, que ni yo ni muchos de los colombianos conocemos o no sabemos siquiera que existe: EL PUTUMAYO, de donde proviene este remedio natural que tanto me ayudó. Alberto había ido más de 20 veces a ese lugar, conocía a muchos taitas o chamanes, en esta oportunidad me llevó a tomar ayahuasca con chamanas, era un grupo de unas 10 mujeres que vivían allí, yo estaba embarazada de mi hija Amelys, y ellas me animaron a seguir en este camino espiritual. Eso hice.
No paso mucho tiempo que con Alberto nos asociamos con varios amigos (Erick, Michela, Laura y Valter) para comprar una casa con dos hectárea de terreno selvático y en medio de dos ríos, para sembrar ayahuasca y llevar gente a tener la experiencia in situ; Alberto ya había ido a la selva a sembrar ayahuasca varias veces, pero ahora teníamos la intención de que pudiera venir mucha gente de todo el mundo a sembrar y a conocer este maravilloso lugar, poder ver donde y como se desarrolla esta planta poderosamente sanadora.
Desde el año 2015 que estamos arreglando y mejorando esta casa (Epicentro Holístico) por la que ya han pasado cientos de personas de todo el mundo. Para organizar los grupos creamos la agencia AYAHUASCA TRAVELS, y hemos estado abriendo las puertas de la selva y del putumayo a que los buscadores vengan a tener las mejores vistas de sí mismos, porque la experiencia de la ayahuasca y de la selva es netamente introspectiva, un viaje hacia adentro.
Nos pasa a muchos, que a veces nos vamos de nuestro país de origen con cierto resentimiento porque asociamos los problemas o limitaciones personales con la familia, la cultura o la política de nuestros países de origen, pero en este caso haber descubierto esta planta-medicina que venía de mi país me abrió el corazón a regresar de otra manera, con la intención de reconciliarme con todas las partes de mi que estaban peleadas con la vida y los otros.
A tal punto me llegó al corazón esta iniciativa que convoqué a toda mi familia que vive en Medellín a que se vayan a vivir a nuestra casa del putumayo, algo que consideraba imposible se hizo realidad, que mi propia familia esté en un medio natural, cuidando y mejorando las instalaciones donde acude tanta gente en busca de apoyo para encontrar su camino. Desde que están ellos, mi familia de sangre, padre, madre, hermanos, tíos y sobrinos, me ha dado un impulso especial, por ello he ido a finales del 2019, para iniciar nuevas obras de ampliación y reformas que han mejorado el confort para que los visitantes puedan estar más tiempo y mucho más cómodos.
También ha ido a vivir uno de mis socios Valter Bisio, italiano, que, como yo, está enamorado de ese lugar, a partir de que tome la decisión de potenciar mucho más y utilizar ese lugar como un centro internacional de encuentros, han ido a vivir otras personas, por ejemplo Susana Dicastri, una de las terapeutas sistémicas de la organización INNER MASTERY, y más personas que quieren pasar una estancia más larga de lo que supone un retiro.
Ahora la experiencia se ha potenciado mucho más, porque esta casa que está entre la selva amazónica y el pueblo de Mocoa, tiene toda una familia que te recibe y te atiende, tiene terapeutas y facilitadores que te guían en la toma de contacto con la ayahuasca, incluso Valter (un maestro ayahuasquero) ofrece la experiencia de cocinar ayahuasca entre todos para luego tomarla, y por supuesto luego sembrar mas plantas de las que hemos utilizado, porque el cuidado de la selva es parte del plan de llevar gente a este lugar. La toma de consciencia de que en los bosques están las farmacias naturales mas abundantes y sanadoras que existen.
Podría contarte muchas más cosas sobre este proyecto, pero como todo proyecto, siempre está el sustento de personas que ponen su corazón en ello, en este sentido solo puedo decirte que me he abierto a trabajar para esa parte de mi que ama mi país Colombia, a mi familia de sangre, a la naturaleza salvaje del amazonas y a las personas que quieren ir a conocer y entregarse a ello.
Estoy haciendo contacto con gente de todo el mundo, ya tengo traductores al alemán, italiano, japonés, inglés, francés, portugués, turko y hebreo. He viajado a más de 40 países con mi compañero Alberto Varela, su apoyo y la experiencia recogida me han animado a lanzarme a esta aventura. El plan es muy simple:
- Quiero que vivan un mínimo de 15 personas de manera permanente en nuestra casa, que le llamamos Epicentro Holístico de Transformación. Y que surja de ellos la mayoría de las personas que reciban y atiendan a los visitantes. Para ello les daremos formación y acompañamiento adecuado.
- Quiero llevar cada mes decenas de visitantes de todo el mundo a que tengan esta maravillosa experiencia interior.
Estamos recibiendo ahora gente que va por 3 a 6 meses a vivir allí bajo el formato de COMUNITARIOS, porque hemos creado una comunidad internacional de personas que viven en nuestras 11 casas de América y Europa. Incluso algunos se pasan un mes en cada una de las casas de Italia (Roma y Milán), España (Madrid, Marbella y Barcelona), Irlanda (Waterford), México (Jiutepec), Uruguay (Colonia), USA (Miami) y Argentina (Buenos Aires). Próximamente abrimos más casas en Okland, Usa; en Berlín, Alemania; en Montevideo, Uruguay; en Lisboa, Portugal; en Israel, Rumania y Turquía.
Si quieres formar parte del equipo que llevamos la RED DE EPICENTROS y las COMUNIDADES INTERNACIONALES puedes contactar conmigo que soy la coordinadora internacional y responsable.
Estoy a tu completa disposición para informarte.
Visita es enlace para más información: http://bit.ly/32sJ1MF
Paula Andrea Camona
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EN LA FOTO DE PORTADA: con taita Gregorio en el año 2007 cuando visitamos con un grupo su comunidad.
