Primera parte: EL PERSONAJE, LA MÁSCARA Y LA POSIBILIDAD DE MADURAR
La mentira que hemos vendido y nos han comprado para evitar ser rechazados.
El personaje es la máscara que le has vendido a todos acerca de lo que tú querías que los otros creyeran que tú crees ser.
Lo has elaborado muy bien, lo has ofertado a los otros, te has buscado la vida para que te lo compren, y te lo compraron.
Te compraron la imagen, para evitar que te rechacen.
El hacer que emerge del personaje siempre especula; muy bien prediseñado para conseguir aquello que quiere. Es un hacer interesado.
Porque el personaje es el resultado de la conversión del impacto energético que hemos tenido de papa y de mama.
Lo externo te arroja un misil en el centro del corazón.
Cuando ya eres adolescente, ya estás listo para estar muy cabreado con la sociedad, con los otros y naturalmente contigo mismo.
En el momento en que te vuelvas consciente el personaje no vuelve a aparecer, porque lo pillas antes.
Cuando uno se atreve a abrir la cajita de pandora y a mirar adentro, en el mismo momento en que abres la caja, comienzas a madurar.