TESTIMONIO DE UN PARTICIPANTE AL PROGRAMA DE RECUPERACIÓN A ADICCIONES
Hola a tod@s;
Me presento, soy Edgar Tapia Teixidor, tengo 35 años, nací en Lérida, me dedico a ser cocinero, hijo único.
Aunque esto es una frase corta que me define, para mi hoy es un tesoro, reconocerme a mi mismo es lo mejor que he hecho en mi vida. Desde aquí, ahora si puedo empezar a escribir mi historia.
Hoy es un día 48 horas después de terminar el Retiro para superar adicciones con Ayahuasca Internacional, ha sido la experiencia más intensa de mi vida, la más educadora, la más reconfortante, acudí al retiro sin saber ni quién era ni porqué estaba ahí. Yo llegue ahí pensando que estaba ahí para sacarme el hábito de fumar porros que me había llevado a varios intentos de suicidio y a vivir unos meses en la calle, con mi mochila cargada de certezas falsas acerca de mí y de mi vida. En los días que conviví con mis compañeros y los facilitadores, empecé a vislumbrar cosas acerca de mi que no sabía, como que me sentía culpable por existir como lo estaba haciendo, que estaba a punto de morirme, que la tenacidad del enfado que sentía por todo el mundo era un enfado hacia mí por no vivir mi vida, que el victimismo al que me sometía me estaba borrando la identidad y con todo esto, y con lo que aun no he entendido es imposible ser una persona. Digo lo que aun no he entendido porque hoy siento que esta es la primera lección, quizás la más importante e imprescindible, el abrazo a mi mismo con fuerza, una vez entendida esta soy capaz de verme, de escuchar mi voz, de sentir la fuerza de mis pies caminando hacia la libertad, la grandeza de la voluntad de querer ser, el regalo de tener la capacidad de amarme aunque hasta ahora no lo haya hecho, reconocerme conscientemente, haber roto por primera vez las cadenas del estado en el que vivía es lo más grande que he hecho, mañana ya me puedo morir orgulloso de haber vivido esta sensación, aun y así no quiero que sea así, ahora quiero hacer cosas con esta inspiración, aprovechar la oportunidad de ser feliz y compartirla con toda la humanidad con hermandad.
Con todo esto se que no estoy diciendo nada aun y así me gustaría añadir que haberme perdonado a mi mismo es el final de una etapa, que desde aquí me lanzo a un espacio que desconozco y que me arropa la tranquilidad, la capacidad de fluir me da el poder, la autoridad del querer y la consciencia de la felicidad de ser uno mismo, que acaba de brotar y que me emociona.
Esta planta que soy y que acaba de abandonar el estado de semilla rompiendo las limitaciones que me lo impedían; gracias a los elementos naturales de la vida que fertilizaron y al amor interior que es completamente contrario a la furia que aletargaba mi corazón. Desde este punto os abro los brazos a todos y os invito a esta gran fiesta, pasad, disfrutarla, meceros en este sentimiento que renueva y agranda el alma, sin reglas, sin límites y con todo por descubrir, hagámoslo juntos y en paz, hoy no es el día mas indicado para dormirse en los laureles, ni de agachar la cabeza, es tiempo de disfrutar de la vida.
Gracias papa y mama por traerme a este sueño que es vivir.
Perdón a mi mismo por haberme descuidado.
Lo siento hermanos por casi dejaros la oportunidad de encontrarnos.
Me amo desde la honestidad y la sinceridad.
Me comprometo a no huir y a no tener miedo de ser feliz.
Gracias a mi madre por haberme sobreprotegido y a mi padre por haberme abandonado, sin ellos no sería quien soy y nunca habría llegado a esta sensación tan bella que es respirar y palpitar, gracias al universo por haber permitido que se cree este mundo al que hasta ahora había despreciado, lo siento estaba equivocado. Hoy entiendo porque ha sido así y no conozco las palabras exactas para describir tanta magia, no me frustro por ello me regalo en la sensación de haber abierto los ojos y por la capacidad de poder andar cualquier camino
Ver lo que soy es un gran poder, por primera vez en mi vida.
Paz y felicidad para tod@s.
continuara…………
Edgar Tapia Teixido