“ME CANTO A MÍ MISMO LAS PROPUESTAS QUE LUEGO VOY A COMPARTIR CON LA GENTE”.

Para ayudar a otros, primero es consigo mismo, para luego desde dentro compartir el heroísmo.  Dice una de su canción: Ese humano soy yo.

Entrevistamos a Darwin Grajales un cantautor muy especial, un hombre al que muchos consideramos una autentica medicina. Darwin Grajales ha pasado dos semanas en España ofreciendo su maestría interior en nuestros epicentros de Barcelona y Madrid.

Fernando López

¿Desde cuándo llevas cantando y componiendo?

Componiendo ocho años y cantando desde los 20 años.

¿Por qué empezaste a componer?

Me siento influenciado por las medicinas naturales, principalmente por la Ayahuasca. Me quitó bloqueos mentales sobre la supuesta perfección que debía de tener con el arte o el ejercicio de cantar. La ayahuasca llevó a mí el florecimiento de poder cantar como algo fisiológico, una necesidad de auto sanación y al mismo tiempo me hizo consciente de toda la música que me estaba influenciando y de cómo en ella hay mucho dolor, mucho despecho, mucha canción en contra de algo. Entonces surgió en mí un despertar que me hizo comprender como me estaba resistiendo a tantas cosas…, fue un proceso que la música acentuó. Después me llegó la iniciativa de cantarme a mí mismo propuestas, hacerme propuestas y de ahí empiezo a escribir mi propuesta y a compartir canciones sin expectativas de los demás.

¿El componer desde la propia experiencia tiene algo que ver para que conectes con tanta gente?

Cien por ciento. Para mi antes la composición tenía una idea elaborada de cómo debía de ser. Ahora cuando empiezo a componer empieza a fluir de una manera natural, sin expectativa y en ese momento le pongo toda mi alma, mi historia, lo que me está sucediendo, en ese instante es como si conectara con una frecuencia en el ser humano.

Hay quien dice que eres un hombre medicina.

He aprendido que medicina es absolutamente todo, pero también me doy cuenta de cómo se está contextualizando eso que llaman canción medicina o persona medicina y básicamente son personas o herramientas en las que debemos de enfocar más la atención porque están más llenas de oxigeno. En mi caso es una música que no es convencional y sencillamente trae un mensaje nuevo, aunque sea tan antiguo…, la gente lo ve como algo nuevo, los oídos están como más receptivos y esa receptividad te hace sentir que te estás convirtiendo en una medicina para la gente.

¿Qué papel tiene la música como medicina complementaria a la Ayahuasca?

Lo que estamos recordando es que en el ser humano existe una falta de música en su organismo. Hemos asociado la música estrictamente a eso que suena como en un instrumento, o cuando le llamas canción, pero en realidad cuando escuchas a la gente hablar “cantaito” con “acento” en los distintos países, en los pueblos, te das cuenta que la gente está cantando lo que siente, lo que piensa, lo que opina y que cuando eso lo enfocas al arte lo llamas canción, le llamas música, pero es la misma música. Ahora solamente estamos recordando que a nuestro cuerpo se le perdió la melodía y la música nos recuerda que la melodía nos sana todo, lo organiza todo, es el ingrediente para que las penas no las sintamos tan amargas, tan duras, la música siempre es el ingrediente compasivo que hace sentir gusto a las emociones.

¿Qué has aprendido de estos años de música, de viajar y de conocer a tanta gente?

He aprendido que me he vuelto obediente de manera consciente hacía mí, siempre lo he sido, pero en la obediencia siento que tengo tantos condicionamientos de la Conciencia Colectiva, de condicionamientos sociales, que son los que me hacían enfocar mi obediencia a conductas, valores, principios que siempre han estado en mí y que he pensado que podían ser medicina para todo el mundo, sólo desde la buena intención. Pero soy consciente de mi propia obediencia hacia mi sentir, hacia mis talentos y cualidades, cuando yo soy obediente a todo eso me estoy autosanando , corrijo cosas en mí y al mismo tiempo ese estado, despierta la conciencia, la obediencia de los demás, las consecuencias tarde o temprano es así, que todo se vaya expandiendo, que todo se vaya abriendo, y que aunque no hayas comprado el billete, ya estas subido en el tren y te preguntas en qué momento compraste ese billete y te das cuenta que el tren ya se ha puesto en marcha, está en movimiento y ya no te puedes bajar de él.

¿Qué piensas de los tiempos tan convulsos en los que estamos viviendo?

Siento que la comprensión tiene muchas capas y siento que la conciencia es algo que estamos estrenando, siempre hemos utilizado palabras de las que todavía no comprendemos toda su profundidad. Estamos en una época en la que estamos yendo mucho más profundo en el concepto y lo está creando esta necesidad tan profunda de salir del vacío, de la soledad en el ser humano y estas herramientas como son la Ayahuasca, la música nos pueden sacar de esos bloqueos, de no sentirnos conectados con la vida, con la materia, con las relaciones. Esta soledad que sentimos es una consecuencia natural, en otra capa de la conciencia, del proceso de transformación del ser humano, que poco a poco va descubriendo lo que necesita descubrir.

¿Qué papel puede tener la difusión de la Ayahuasca en Occidente, en ese cambio de consciencia del que estás hablando?

El entorno en el que habita y se desarrolla esta planta (la Amazonía) es un referente del oxígeno del mundo, es el pulmón del planeta y siento que esta planta medicinal particular contiene mucho oxígeno, hay mucha novedad, mucha curiosidad de cómo se comporta en tu organismo y como activa tus emociones, sensaciones y un espíritu salvaje de querer desafiar tus miedos y tus condicionamientos, es la misma naturaleza selvática, es precisamente esa fuerza tan agreste la que despierta una esperanza de que va a existir algo tan fuerte y rotundo que pueda mover tu “punto de anclaje”, tu suelo, tu zona de confort. Muchos sentimos esa esperanza, porque sentimos la fuerza de mover al mundo como lo estamos haciendo.

Desde ese punto de vista, ¿qué opinas del trabajo que está desarrollando Inner Mastery?

Siento en Alberto Varela una obediencia así mismo mucho más grande que la mía, en su obediencia existe una capacidad de desafiar miedos muy grandes, condicionamientos sociales de manera pública y de manera confrontadora, Alberto confronta hasta que mueve condicionamientos culturales en otros países y culturas y esa labor traerá cosas positivas, pero también por el sólo hecho de estar moviendo la energía de esa forma va a traer oposición, y esa oposición despierta en mi un cariño, un aprecio de saber acompañar ese momento de transformación para que no se vea como algo destructivo sino como un aumento de conciencia, que es lo que realmente es lo que está haciendo esta organización y el uso que está haciendo de la medicina.

¿Crees que en algún momento se dará un reencuentro entre ciertas comunidades indígenas y Alberto Varela?

Si lo veo desde la lógica de lo que escucho de los debates de cada uno lo vería imposible, pero si lo veo desde mi sentir intuitivo o más femenino, de la naturaleza protectora de la vida, siento indudablemente que sí, lo que todavía no hemos descubierto es la manera de cómo se va a hacer este movimiento, pero en todo caso esa conciliación tan necesaria, no se dará en la manera que se está haciendo ahora mismo.

¿Qué papel juega tu compañera Goggy en Darwin Grajales?

Es como una Ayahuasca en mí, es una musa que despierta en mí unas compresiones que van mucho más allá de mi razón, siento un enorme equilibrio en un motón de aspectos invisibles y no fáciles de descifrar en el lenguaje femenino. Cuando Goggy está en mi vida, cuando canta conmigo, cuando comparte conmigo siempre siento que estoy custodiado, que estoy protegido, que estoy guiado y que tengo la posibilidad de estar equilibrando y balanceando cuando me desbordo de la razón, es mi polo a tierra y al mismo tiempo la musa que inspira.

La última pregunta es para Goggy San Ram ¿Quién es Darwin Grajales?

Darwin Grajales es mi amor, un ser al que admiro muchísimo, que me ha confrontado también muchísimo en la vida, pero que también ha sido mi medicina, mi Ayahuasca y es esa parte también de la razón en la que me equilibra y me permite aprender muchas cosas, es el compañero con el que disfruto muchísimo compartiendo la vida.

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La conciencia es algo que estamos estrenando.

En el ser humano existe una falta de música en su organismo.

Sentimos la fuerza de mover al mundo como lo estamos haciendo.

Alberto Varela confronta hasta que mueve condicionamientos culturales en otros países y culturas.

La música siempre es el ingrediente compasivo que hace sentir gusto a las emociones.

Esa conciliación tan necesaria, no se dará en la manera que se está haciendo ahora mismo.

Soy consciente de mi propia obediencia hacia mi sentir, hacia mis talentos y cualidades.