Este es un valiente testimonio de uno de los facilitadores y expertos en conductas adictivas, que llevaran a cabo el Retiro para superar adicciones. Fue escrito justo después de un retiro de Ayahuasca en el que logró descifrar todo el mecanismo acerca de su adicción y pudiendo sanar así su problema desde el origen, haciendo que los cimientos de la adicción se derrumbaran como si de un castillo de naipes se tratara.
Hoy en día mucho tiempo después, tras formarse profundamente sobre este tipo de problemas, estará apoyando a la gente que se encuentra en situaciones parecidas a la que estuvo en su día.
Vivir secuestrado por uno mismo…
He sido rehén en el tiempo de mi propia vida, he mordido infinitas veces la manzana prohibida, he sido mi propia manzana podrida, he estado de brazos cruzados viendo como se acrecentaba mi herida, he estado librando demasiado tiempo la misma batalla perdida, he estado anclado en el pasado sin encontrar una salida y cuando por fin la veía provocaba una estampida.
He sido el único acusado y testigo de un juicio contra mí mismo que perdí mucho antes de que empezara, he visto los finales más tristes soñando con un inicio diferente antes de que todo se acabara, he dejado de dormir mil noches para que mi mente no recordara, he sentido la más absoluta soledad aún teniendo a mi lado a tanta gente que me amara.
Me he olvidado de mi en oscuros zulos que yo mismo he construido, he pagado con mil gritos y lágrimas el rescate pero nadie ha respondido, le he dado mil vueltas a la cabeza pero nunca me he entendido, he probado el amargo sabor del amor no correspondido, he sufrido las oscuras secuelas de las veces que me he auto destruido.
He buscado de mil formas posibles y en mil lugares diferentes sin encontrar hasta ahora la libertad que tanto ansiaba, me he descontrolado al máximo hasta ver como mi mundo descarrilaba, he fingido que nada ni nadie me importaba y he enloquecido de rabia al ver como después lloraba, rompía todo lo que tocaba, me hacía daño a mi mismo pero me lo negaba y me engañaba constantemente haciéndome creer que en realidad todo eso me gustaba.
He vivido entre barrotes imaginarios que no sabía atravesar cuando solo tenía que creerlo para poder escapar, tenía alas pero no sabía volar, tocaba fondo y no quería reaccionar, me sentía triste y no podía mejorar, estaba dormido y no intentaba despertar, sentía como yo mismo me ahogaba y me dejaba asfixiar, no veía que lo único que tenía que hacer era buscar en mi interior para poder volver a comenzar.
Hoy en día extermino todo aquello que mi alma ya no necesita, antes volaba mi vida en mil pedazos y en vez de aceptar mi culpa se la echaba a la dinamita. Ya no me olvidaré nunca más de mostrar mi sonrisa favorita, y no es verdad que nuestra vida ya esté escrita, es nuestra alma quién la habita y es nuestro espíritu el que grita para que dejes atrás lo inapropiado y vivas tú vida como esperas que algún día sea descrita.
Victor Chico jimenez