CUANDO LOS FACILITADORES FORMADOS EN LA ESCUELA EUROPEA AYAHUASQUERA, SALEN AL TERRENO REAL DE TRABAJO, SE ENCUENTRAN CON MUCHAS PERSONAS Y PERSONAJES… 

Ellos nos escriben y nos ayudan a ver cómo reciben lo que les damos y hemos aprendido, y a vernos en la acción desde sus relatos. Estas palabras son medicina para todos, pues surgen de la experiencia real.

Es una alegría poder decir así, ahora y sin miedo, o con él; que mi vida ha cambiado para siempre. Ahora es “mi vida”

Ayahuasca internacional, su equipo… ha conseguido con descaro, estremecer la baraja de naipes entrelazados con hilos de humo, que pareció cegar la vista en mi corazón. Una baraja de naipes encostrada, hecha de mentiras condicionadas en sí mismas, en la paradoja del deseo absoluto de experimentar el peor de los infiernos, con el único interés intuyo, que el de reconocer la verdadera pasión por la vida que en mi corazón late, latía… y laterá por siempre.

¿Mañana? me preguntaba… donde estará el milagro que destrabe toda esta maraña de miedos in contenidos como diablos, y haga de mi vida un remanso de paz. Vaya, ese milagro aquí estaba ya ¡¡¡  y resulta que era yo!!!!  Era yo la barita mágica. ¿Yo, quien?… diría ayer en la excusa… no se… yo mismo, prometo ahora en el arriesgo.

No debemos nada a nadie, es lo más sincero que podría sacar en claro de toda esta lo-cura… la absoluta libertad de haber sido y de tropezar una vez tras otra ante los ojos de otros, es la más hermosa de las bendiciones que aprendí, ya sabía… y con la que sin más remedios comulgo y aseguro ante tus ojos, comulgaré; de hecho agradezco confesar que ya no hay vuelta atrás en esta espiral amorosa de compasión ante lo que pudiera pasar ahora, por siempre.

Agradecer a Sergio (facilitador de Ayahuasca Internacional) al cual amo profundamente, por su auténtica dedicación, todo ese/este apoyo, esa manera de arroparme a veces y de zarandearme lo suficiente como una madre que ama a su hijo lo haría, agachándose a su altura, para que el niño mirándole a los ojos la entienda. No puedo expresar con más palabras lo que siento por Sergio, no puedo porque me desborda. Inspiración, respeto, profesionalidad en sencillez y creatividad tranquila, casa con la dureza de sus flechas que son disparos.

Cesar, (otro facilitador) un trozo de pan que recordó mi fortaleza las veces que hizo falta hasta que olvide que olvidar la debilidad en ella, era la primera pierna a traspasar la puerta, la fortaleza es un derecho, hizo entender. Constantemente lo recuerda como recuerda una flor, llegó la primavera. Agradecimientos. Un profesional, humilde, cercano, atento, valiente.

Alejandra… (otra facilitadora) ¿Una madre? si… una madre, me emociona al recordar los momentos de ternura que reflejo en mi piel. Poderosa, honesta, sincera, cuidadora, y mucho más.

Ayahuasca, una herramienta sin duda preparada para aquel que como todos tenga la necesidad de reconocer que el mundo es bonito si uno quiere, y ¿qué otra cosa pudiera uno querer sinceramente? Ayahuasca, una herramienta hecha de flor y espina dispuesta, enteramente a entregarle a cada uno lo que es suyo, el poder… el poder de regalar una sonrisa, de dar un abrazo, de callar cuándo uno quiere callar, de decir cuando uno quiere decir, de gritar, de hacer o de no hacer más. El poder de caminar, desde el mandato más profundo de nuestra identidad distorsionada posiblemente hecha de brotes de amor sincero a menudo, con cara seria. Que no debemos nada a nadie… y que la acción es la llave a la transformación certera de la intuición de que si se puede. Demos un paso y otro paso… pisemos fuerte, aprendí. Experimentar, o ni eso… la novedad de lo que es la muerte, me dio en regalo el recuerdo de que ¡¡quiero vivir mi vida!!! y de que ella, la muerte, no es ni mala, ni buena… ni un peligro; y que como dice Sergio, morir es suicidarse cada día en el paso atrás de quedarse quieto. Mirar… escribir, tocar, y reconocer sin duda el poder que tenéis todos y cada uno, es mi suerte, es tu suerte. La posibilidad es real, reitero… la posibilidad es, la posibilidad, LA.

Gracias.

Testimonio de un participante en los retiros de AYAHUASCA INTERNACIONAL