SER sin máscaras…
Acerca de la importancia de no hacer nada, y dejar que las cosas ocurran
Muy buenas noches Alberto. Muy ricas vibraciones para aquellos que leáis estas palabras, y os resuenen.
Soy alvaro roy, o roy, como se me suele llamar.
Lo que siento al redactar este texto, es para lo que he venido a reconocer de nuevo en mí, a través de los demás y de mi mismo.
Conocí ayahuasca internacional gracias a Hendara, hace un año, y a yagé la reconocí también hace un año en dos retiros en Larranda (Teruel).
En estos dos retiros, me permití, a aceptar lo que sucediera con la ayahuasca, mi deseo de expansión y apertura interior, así como mi deseo de conocimiento de esta planta madre eran muy grandes.
Pude reconocer en mí el autoritarismo y la falta de autoridad, lo que al principio veía en mi padre, y como reflejo, en mi.
Mis celos sociales, pude masticarlos en la encía, fueron aceptados y tomé conciencia de su función.
Durante esos dos retiros reconecté con una esencia muy sutil dentro del ser, de alguna manera, mi flujo constante tenía un porqué, su función… era SER sin máscaras.
En el tercer retiro, vi y reconocí cada una de estas máscaras, ególatra, controlador, tipo duro, victima…todas amadas, aceptadas, por ello expulsadas, y siempre formando parte de mi. No fué hasta este tercer retiro, al cual estuve a punto de no ir por dinero, cuando realmente me enamoré de esta atmósfera, algo que no me esperaba.
En ese fin de semana conecté muchísimo más con la gente que en los demás retiros, tenía otros ojos, otra mirada, otra percepción de lo que Es.
Me fascinó el método del facilitadorintegrador y su “no hacer”, lo veía distinto… me caló dentro como no me caló en otras ocasiones, causálmente, en el número de retiro que me permite acceder a la EEA.
Comprendí porqué se induce a llevar al ser a su catacumba emocional más profunda, para crear ese resteo energético que permite resurgir de la aceptación de la sombra personal, y trabajarla.
La Ayahuasca vino porque debía venir, y no fué hasta este tercer retiro que un click en mi surgió, y lo saboreo con todo mi corazón. Que mejor, que ayudar a los demás a empoderarse de sí mismos, es la transmutación inevitable del universo y nuestra intención, que se erize el vello en este momento, lo que el infinito masticará por siempre.
Un abrazo al corazón.
Alvaro Roy.