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EL GRAN SALTO YA NOS ESTÁ OCURRIENDO… AUNQUE NOS RESISTAMOS. (EL GRAN SALTO 1ra parte) Nos duela o no, llegó el momento; lo reconozcamos o no, es algo que nos supera, por eso es extraordinario.

ESTAR SIEMPRE ABIERTOS A LAS NUEVAS EXPERIENCIAS QUE NOS ENVÍA LA VIDA.

Aunque nos incomode y confronte, el antiguo destino se desvanece ante la imponente llegada de la libertad.

Os aseguro que jamás hubiera escrito este artículo, sencillamente porque considero que es un tema tan delicado y que puede dar a tantas interpretaciones incorrectas, que podría ser un peligro para muchas personas que están en un límite del que no pueden atravesar y podrían verse tentados a saltar, y mi miedo es que lo malinterpreten pensando que tienen que saltar.

En mi propia vida ya he comprendido que no se puede saltar, que eso es algo que ocurre de manera natural y sin planificación. Ante mi miedo a estar impulsando a personajes a que salten prefería no sacar a la luz lo que siento y he experimentado acerca del GRAN SALTO.

Pero en mí también está ocurriendo el salto, en este caso me supone ampliar y renovar mi confianza con la gente que me lee. He recibido unos mensajes de bastantes personas que me estaban diciendo más o menos lo mismo ¿Por dónde sigo? ¿Y ahora qué? ¿Cómo doy el salto? Tanta gente harta de lo mismo de siempre, que ya han hecho grandes pasos en la dirección de la libertad, y están en un punto clave del proceso en el que considero vital hacer unas aportaciones basado en mi propia experiencia.

Por eso hoy 9 de febrero decidí lanzarme a esta aventura de escribir algo que había decidido nunca escribir: (es acerca del proceso de muerte de lo que no es auténtico) “ABRIRSE A RECIBIR”, “CORTAR CON EL PASADO”, “DEJAR DE RETENER Y SOLTAR”, “DECIDIR SER LIBRES”, “CONECTAR CON LAS ALAS PARA VOLAR”, “PERDER EL CONTROL” y “ENTREGARNOS AL MISTERIO”. Son diferentes maneras de definir y experimentar el GRAN SALTO.

Estoy ahora mismo en Cuba de vacaciones, esta noche recibo amigos de Estados Unidos que vienen a visitarme y de paso haremos una toma de ayahuasca. Obviamente esto no lo tenía planificado, surgió hoy; y este es el tema central de este artículo: PERMITIR QUE LA VIDA PUEDA MOVER FICHA EN EL TABLERO DEL DESTINO.  Y con cada cosa que ocurre o nos llega, estar predispuestos a atravesarlo con el corazón abierto.  Si las fichas se mueven, y se desordenan a tal punto las posiciones, ya no se puede seguir jugando al mismo juego del aburrimiento y la autodestrucción; nace entonces la posibilidad de crear el propio juego, saliéndonos de lo cómodo, seguro y conocido (mediocridad), sin tener que guiarnos por las reglas de quienes han creado los amargados y manipuladores juegos humanos.

Volverse creador del propio juego es un acto creativo que depende de la libertad de acción que tengamos. Liberarse del miedo, de la culpa, del qué dirán es como cortar definitivamente con todo nuestro pasado. Es algo que ya nos está ocurriendo a mucha gente de todo el mundo; saliendo de la cárcel que limitaba nuestro esplendor, abriéndonos a recibir lo que nos merecemos desde siempre pero que hemos estado dedicados a evitar. Esta es una de las maneras que tengo de llamar al gran salto: “ABRIRSE A RECIBIR”. Hay tantas cosas esperando para entrar, hay tanta vida por vivir y tanto camino por recorrer, que sólo desde la apertura todo comienza a llegar.

Los planes, las especulaciones, los cálculos, las expectativas y la rigidez no son compatibles con la libertad, con el fluir ni con la espontaneidad. Es como si no se supiera nada de lo que va a ocurrir, cada día que comienza de nuevo y de cero. Mi calendario para el año 2020 está ya bastante cargado de viajes y eventos, pero nunca se sabe. Para mi un calendario o una planificación de actividades y fechas son sólo una pista mínima y aproximada de todo lo que puede ocurrir. Mi agenda es como un mapa, pero luego el territorio es increíblemente diferente, más apasionante de lo imaginado porque está vivo, por eso me sorprende por encima de lo que había planificado. El asombro me acompaña cada día de mi vida porque no estoy regido por una mente que quiere cumplir con lo planificado, sino que el plan es sólo una idea más o menos fija u orientativa, que está destinada a explotar y liberar su energía creativa.

Algo sucede con el tiempo cuando comienza a ocurrir el GRAN SALTO. El pasado, que estaba vivo como una entidad dominante, ya no puede hacer nada, como si se hubiera muerto, ya no puede influenciar sobre las decisiones que se toman. El pasado ha quedado reducido a un museo existencial por el que puedo recorrer (con visita guiada por la consciencia) para observar con gratitud todo lo ocurrido y contemplar lo perfecto que ha sido. El pasado de cualquier ser humano que se sana es sólo una biografía personal, pero no es una central de información y conclusiones que puedan estar creando la actual vida. “CORTAR CON EL PASADO” es otra manera de definir el gran salto.

Pero el gran salto no es algo que podamos hacer, es algo que podemos permitir y apoyar, porque no depende de la voluntad egóica sino de algo mucho más profundo; nuestra alma lo está haciendo todo para que llegue ese momento. Cada cosa que hemos estado haciendo es preciosa porque ha estado guiada por esa maestría interna que sabe por dónde ir y adonde llegar. Hemos estado colaborando con nuestra alma durante todo el proceso de nuestra búsqueda, y de repente llega el momento en el que el gran salto se produce, es ahí cuando hay que estar atentos y predispuestos a no interferir, a no bloquear, a no impedir lo que en el fondo queremos que ocurra. Cuando ese momento llega sólo podemos confiar, ser incondicionales y soltar amarras. Por eso también defino el gran salto como “DEJAR DE RETENER Y SOLTAR”, se caerá lo que se tenga que caer, lo que no es nuestro.

El gran salto es el resultado natural de haber tomado alguna decisión drástica y rotunda. Pero es una decisión de vida, de libertad y de responsabilidad que florece esplendorosa desde un proceso de comprensión interna en el que la consciencia se comienza a despertar.  Esta decisión consciente de ABRIR, CORTAR, DEJAR, SOLTAR y por ende SER LIBRES, surge cuando nos hartamos totalmente de la eterna repetidera de historias. Copiar y pegar ya no nos funciona porque hemos visto el mecanismo automático e inconsciente que nos quiere llevar a repetir una y mil veces lo mismo. La rueda del error, el karma o el destino cruel y perverso que nos sostiene en un estado de aburrimiento y hartazgo; desde ahí surge algo muy poderoso en nuestro Ser, que al transformarse en una decisión hace que todo empiece a cambiar de verdad. Por ello otra manera de llamarle al gran salto es “DECIDIR SER LIBRES” y si esa decisión se sostiene hasta el final alcanzaremos la salida de la esclavitud.

Todo lo que podemos hacer en este momento en el que ya está ocurriendo el GRAN SALTO es molestar, interferir, procrastinar e incluso impedir que ocurra; eso, que en algún punto profundo de nosotros hemos estado gestionando para salir de la cárcel de las limitaciones, se manifiesta de repente, tan poderoso que no podemos manejarlo, como un salto trascendente que dependiera de que las alas se abrieran, pero no nos damos cuenta que ya estamos en el borde del precipicio y las alas ya están abiertas, el viento llega imponente para alzarnos en vuelo…  es un momento único, irrepetible, majestuoso. Solo es necesario conectar con lo que ya ha ocurrido.

En ese momento todos nuestros personajes encariñados con el sufrimiento se activan porque no quieren que este salto ocurra, el ego acostumbrado a la mediocridad de lo seguro se opone rotundamente a que pasemos al otro lado donde habita el misterio.  Pero, a estas alturas del proceso, ya no es algo que podamos manipular ni en tiempo ni en la forma, es una gran ola transformadora que adquirió su manera y está llegando a su momento. Cuando el tsunami de la sanación llega es porque ese proceso de evolución interna, que tanto tiempo llevamos apoyando, ha dado sus frutos.  Por ello he comprobado en mi mismo que el gran salto es “CONECTAR CON LAS ALAS ABIERTAS PARA VOLAR”. ¿A dónde nos llevará el viento? ¿Cuál es el destino? ¿En dónde volveremos a tocar tierra? ¿Cuál será nuestra nueva dirección? Preguntas estúpidas e innecesarias para quien confía en el amor, preguntas innecesarias para quien ama vivir desde la confianza. Porque he comprobado en mi vida que cuando el amor y la confianza se elevan a través de la libertad de Ser, inevitablemente llega el momento y circunstancia para la rendición.

Por ello quiero acabar este artículo con la última definición del gran salto: “PERDER COMPLETAMENTE EL CONTROL”. ¿A donde has podido llegar controlándolo todo? ¿Qué te ha dado una vida segura y planificada? ¿Qué piensas que vas a perder perdiendo el control? ¿Y si perdiendo el control lo ganaras todo?

Estamos en el meridiano de una nueva vida, ante el milagro de renacer; cuando estamos justo en esa frontera entre dos destinos aparece el doloroso pero liberador descubrimiento de la verdad; llega entonces la comprensión única y personal de que no soy lo que creía ser (dándome cuenta de la limitación que me encarcelaba) y vislumbro por primera vez que soy todo lo que ya puedo llegar a Ser (encontrándome por primera vez cara a cara con mi auténtica potencialidad).

Mucha gente me pregunta ¿Qué es la entrega? ¿Cómo me entrego? Esta es la última manera en la que defino el GRAN SALTO:  PONERME EN MANOS DEL MISTERIO, cuando te pones en manos de lo que ni conoces ni puedes controlar ocurre el milagro del gran salto. Ahora el rumbo está en manos de tu verdadero destino. Tu alma goza. Dedícate a disfrutar el viaje, ya no está en tus manos sino en las manos de la divina existencia.

Alberto José Varela

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Alberto José Varela

Fundador de empresas y organizaciones; creador de técnicas, métodos y escuelas; autor de varios libros. Estudiante autodidacta, investigador y conferencista internacional, con una experiencia de más de 40 años en la gestión organizacional y los RRHH. Actualmente crece su influencia en el ámbito motivacional, terapéutico y espiritual a raíz del mensaje evolutivo que transmite.

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