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LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN INTERIOR (de Alberto José Varela)
La reconciliación está llegando directamente al corazón de mucha gente.
La evolución biológica que conocemos es aquella que aumenta la complejidad en los organismos vivos para permitir su supervivencia, dicho proceso se realiza de manera inconsciente creando una adaptación al medio. Según la evolución biológica estar en armonía y consonancia con el entorno es poder sobrevivir a los cambios que puedan ir produciendo.
La EVOLUCIÓN INTERIOR es la readaptación al inadecuado medio que hemos creado desde la desnaturalización de la especie, para comenzar a manifestar lo que somos, que por desgracia hemos olvidado.
Es un tremendo viaje hacia adentro hasta llegar al núcleo, para volver a salir desde otro lugar.
Evolucionar interiormente es renacer a la vida desde la auténtica naturaleza espiritual, es recuperar la memoria de divinidad de dónde venimos y a donde vamos, es acordarnos que siempre hemos sido una unidad cósmica poderosa.
La inadaptación social en que mucha gente se encuentra ha sido la causa de que estén abiertos a iniciar un proceso de evolución interior, porque somos todos aquellos que no nos interesa adaptarnos al medio por el mero hecho de sobrevivir, sino que queremos utilizar esa inadaptación que tenemos con el medio (lo externo y los otros) para transformarla en un proceso de conexión con la esencia divina que nos posee. La autocompasión que nos llega y penetra como un bisturí sanador se acaba convirtiendo en amor que sale disparado y sin condiciones hacia afuera.
La EVOLUCIÓN INTERIOR es un proceso de reconciliación con quienes nos han exigido que nos adaptemos creando una personalidad esencialmente prostituta. Eso que creemos ser es una mentira organizada, convertida en identificaciones que dominan el arte de fingir, para adaptarse falsamente evitando el rechazo y así poder seguir en una forzada armonía con el entorno. Cuando evolucionamos hacia adentro recuperamos la inocencia, recordamos la dignidad y nos readaptamos al medio desde el alma, desde la autocompasión. Es cuando nos llega la sanación.
Es lo que los maestros de todos los tiempos han llamado EL DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA.
La adaptación a la creencia de lo que somos nos ha producido un sentimiento complejo en el que entremezclan sensaciones destructivas y agresivas: injusticia, imperfección e impotencia son el coctel mortal de la inocencia y el consecuente sentimiento de indignidad o merecimiento negativo. La comprensión de la dignidad es el destello iluminador que nos permite comenzar a ver con ojos limpios y sin lentes lo que somos.
El corazón se abre, se hace vulnerable y se expone a sentir. Ahora está en manos de la existencia.
Bienvenidos a la era de la evolución interior.
Alberto José Varela