¿Quieres entrar en un nuevo espacio de sabiduría interior?
Te puedes adentrar en la tupida vegetación de la sanación para encontrar las soluciones que necesitas para tu salud y armonía interior.
Desde siempre la naturaleza ha sido proveedora de materiales, alimentos y medicinas para los seres humanos; pero en ciertos lugares concretos como la selva amazónica, se recrean las condiciones idóneas para que surjan especies de plantas muy particulares. Las llamadas “plantas maestras y de poder”, tienen justamente un “poder” muy especial que les ha sido dado por la interacción con la tierra y el cielo.
Ellas, aunque con raíces profundas, y como si fueran antenas orientadas hacia las estrellas, decodifican las energías e inteligencias cósmicas para transformarlas en principios activos que tienen la potencialidad de beneficiar y fortalecer la salud de los seres vivos.
Estas plantas adquieren el carácter de “medicinas ancestrales o chamánicas” ya que han sido procesadas por indígenas curanderos mediante decocciones que extraen la esencia del poder que poseen y las transforman en activadores bioquímicos capaces de sintonizar y expandir la consciencia humana. El resultado más notorio, aunque no en todos los casos, es que se puede acceder a espacios internos de sabiduría que están conectados con todo el cosmos. Tomar ayahuasca es un acto de penetración e inmersión en el mundo invisible de la sanación y la transformación.
Estamos ante una práctica milenaria que ahora se está haciendo cada vez más común en todo tipo de culturas, religiones y clases sociales. Que trasciende las fronteras originales de donde proviene y llega al corazón del problema humano como una flecha. Como si de repente se hubieran creado las condiciones en el mundo occidental para recibir la llegada de estas plantas sanadoras que hasta hace poco eran totalmente desconocidas. Tomar Ayahuasca es un fenómeno tan misterioso y profundo, que atrapa la curiosidad, el interés y la necesidad de millones de personas de todo el mundo.
En la selva, todo el cosmos está encriptado en las plantas. La selva es como un cofre que protege los tesoros inexplorados de la naturaleza. Es la catedral de la salud natural. Lo poco que conocemos y aprovechamos de las medicinas selváticas, nos viene dado a través de un proceso en el que los animales fueron los primeros en descubrir instintivamente estas plantas para su beneficio; los indígenas observaron este fenómeno dentro de la selva y comenzaron a probar e investigar todas estas plantas, así es como nació el chamanismo amazónico, indios convertidos en curanderos, y luego estos motivados por todo lo que aprendían, profundizaron aun más en el mundo espiritual llegando a adquirir una cosmovisión que les produjo una comprensión de la creación, del mundo, de ellos mismos, de las enfermedades, de los humanos y las plantas. El amplio dominio de los procesos naturales los convirtió naturalmente en médicos tradicionales indígenas.
Desde no hace muchas décadas hemos descubierto en ellos, auténticos maestros de la salud; y en la selva, un lugar apropiado para regresar a la fuente de las soluciones.
Poner un pie en la selva es algo de mucho respeto. Es como entrar a la pureza y la inocencia de una infinita farmacia natural. Entrar en contacto con los chamanes que aún quedan es como acceder al rastro milenario de donde proviene el conocimiento del medio natural. Tanto la selva como los chamanes son entes vivos que aun están disponibles para la salud física, emocional y espiritual del ser humano.
Para mi haber conocido a chamanes como el taita Pacho, Taita Querubin, Taita Alfredo, Taita Domingo, Taita Bairon, Taita Jojoa, Taita Alfonso, Taita Marcial, Taita Juan, entre otros, ha sido de tremenda importancia en mi proceso evolutivo. Haber recibido Ayahuasca de sus manos para tomarla con la consciencia de que estaba bebiendo la energía del cosmos, ha sido de gran significado para mi búsqueda de sanación.
Muchos como yo, nos hemos sumado a la desafiante tarea de llevar la noticia por todo el mundo de la existencia de estos preparados naturales magistrales, y de ponerlo en cuanto lugar podamos para que esté accesible a millones de personas. Somos cada vez más los que estamos colaborando con la expansión del uso de la ayahuasca como herramienta de sanación y autoconocimiento. En contra de muchos que piensan que esto es para unos pocos elegidos, desafiando las posiciones radicales que afirman que la ayahuasca no debe salir de la selva y que solo la deben dar los chamanes, estamos organizándonos para que llegue hasta el último rincón del planeta, a llevar la expresión poderosa de la naturaleza sanadora que está en la Ayahuasca.
Y por supuesto, lejos de pretender reemplazar la visita a la selva por las tomas urbanas, organizamos todos los meses y desde hace más de 10 años viajes a la selva para que entres al corazón de la madre naturaleza y te acerques a chamanes para recibir de ellos la Ayahuasca.
Allí tenemos un hostal ubicado en la selva y a sólo 15 minutos del pueblo más cercano (Mocoa) con todas las comodidades para estar a gusto y “en” la selva; en donde se hospedan los viajeros, y desde donde nos movemos a los paseos, excursiones, visitas a chamanes y tomas de Ayahuasca.
Puedes apuntarte a los viajes cualquier mes del año, desde el 11 al 22 de cada mes vamos personas de todo el mundo. Puedes ir desde 5 días hasta 11 días en los grupos organizados, con guías expertos y facilitadores y traductores formados en la Escuela Europea Ayahuasquera.
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