LA IDEA DE SEPARATIVIDAD CREA UN DISTANCIAMIENTO CON LA FUENTE Y EL ENTORNO
Llegar a comprender la interrelación e interdependencia es la clave del retorno a la unidad.
Mucha gente se pregunta ¿Por qué tengo que usar o tomar algo externo para hacer un proceso interno de crecimiento personal o de sanación si tengo mis propios recursos y consciencia para hacerlo?
La mayoría de estas personas, en el fondo no admiten que fuera de ellos mismos haya algo que les pueda ayudar; y si vamos un poco más profundamente es posible que nos encontremos con un resentimiento con el mundo, con los otros, o con lo externo; por eso se niegan a dejar entrar algo de fuera que les pueda ayudar. Aunque no sea esta la única razón de la resistencia a lo “externo” es parte de las posibles raíces.
Por otro lado, hay una idea equivocada acerca de lo que es externo e interno. Por ejemplo: el oxigeno, ¿Es externo o interno? ¿Está fuera o dentro?
Yo me pregunto y te pregunto ¿No estamos respirando a cada momento aire, oxigeno y prana que está fuera? ¿No estamos recibiendo la energía del sol que proviene desde el espacio exterior? ¿No estamos comiendo cada día dejando entrar nutrientes que alimenten nuestras células? ¿No estamos recibiendo todo tipo de mensajes a través de las palabras e imágenes que vemos y oímos?
El fenómeno de dejar entrar lo externo es imprescindible e inevitable. Entonces ¿por qué negarnos a la posibilidad de dejar entrar también medicinas que puedan colaborar con los procesos bioquímicos de nuestro organismo, o que puedan impulsarnos a expandir la inteligencia, la sensibilidad e incluso la consciencia? Me refiero a medicinas alopáticas o naturales, psiquiátricas o chamánicas.
Cada uno necesita lo que necesita en cada momento de su vida según su el punto en el que esté su comprensión, y si el individuo es consciente y está a fin con dejar entrar en su cuerpo, algo que siente que le puede ayudar, ESTUPENDO. Cada uno es libre de elegir y decidir. El momento en que cada ser humano se encuentra y su nivel de evolución es lo que determina cada decisión que se va tomando. Ninguna decisión es incorrecta.
LA TRANSFORMACIÓN DESDE SUS RAÍCES
Es necesario modificar la bioquímica y la psicoemocionalidad “interna” para que ocurra un fenómeno de transformación, dicho proceso se inicia en la entrada de lo externo y se manifiesta dentro, que nace dentro y se manifiesta fuera. Muchas de esas veces esos procesos acontecen a raíz de que nos sucede algo que nos supera en la vida, y es entonces cuando se desata la tormenta dentro de nosotros. Los eventos son externos, el movimiento que se produce a raíz de ellos son internos. Son las dos caras de la misma moneda, que de verse de manera unificada da lugar a una gran comprensión.
Estamos ante una realidad de influencias externas inevitables, maravillosas y transformadoras. En alguna medida podríamos afirmar que somos lo externo, o por lo menos somos un resultado de lo externo.
Estas palabras que publico en esta página están entrando a tu consciencia y provocando un sentimiento, creando una idea, despejando algunas creencias que tenías y quizá desde hoy decidas expulsarlas de tu mente. Este acto de lectura de mis textos es parte del juego en el permites que algo externo entre dentro de ti. Por otro lado mis textos no son míos, todo lo que escribo es por una inspiración externa, porque he leído, escuchado, aprendido y percibido todo lo que sucede en mi entorno, luego lo proceso y lo transformo en textos.
Así es como funciona la Ayahuasca, la psicoterapia, la meditación, como una energía que entra para activar un proceso interno. A partir de ahí se pueden expulsar ideas, creencias o percepciones erróneas que hieren y nos condicionan. Es un trabajo de profunda limpieza de pensamientos negativos, destructivos y limitantes. Por ello la mayoría de gente afirma, después de haber tomado ayahuasca, o haber hecho meditación o alguna sesión psicoterapéutica de catarsis: “ME HE LIBERADO” “ME HE SANADO” “SE HA IDO LO QUE ME TORTURABA” “ME HAN QUITADO LAS ESPINAS QUE ME HACÍAN SUFRIR”
Es muy simple la explicación: el cuerpo se limpia, relaja y se predispone, el corazón se abre, la consciencia se expande, entra la energía sanadora, contacta con tu alma, y entonces sucede el milagro. La renovación está en marcha. Ha entrado la luz. La oscuridad debe marcharse.
La oscuridad no es mala ni negativa, es el estado interior de quienes aun no han dejado entrar la luz de la consciencia.
La oscuridad es tan externa como interna, en ambos lugares cumple una función primordial. Por ejemplo, si en la naturaleza no hubiera oscuridad no sería posible la vida ni la evolución de las especies. La oscuridad es protectora. Permite dormir e incluso descansar. Pero los seres humanos podemos despertarnos para vivir la vida en la luz, dejando entrar esos rayos divinos y cálidos que provienen del exterior y que calientan nuestro corazón a tal punto, que un día producen luz propia. Esta luz interna que se genera naturalmente se puede compartir con otras personas de muchas maneras.
La luz es tan externa como interna. Afuera existe como algo tan real como el sol mismo; adentro existe como una semilla de potencialidad. Hasta que no nos reconciliemos con lo externo, la entrada de luz estará bloqueada o limitada. Y cuando permitimos que entre y salga, se produce el intercambio más transformador que podamos experimentar.
A través de este intercambio de palabras, sentimientos, experiencias e ideas, podemos experimentar este fenómeno transformador. Porque la transformación es un proceso de cambio de percepción que sucede poco a poco mientras nos vamos abriendo a lo que parece ser externo.
Un día llegamos a comprender que somos una misma y unificada realidad. Y cuando se instala dentro de nosotros la percepción de que somos uno, desaparece por completo la ilusión de división y separatividad.
Es el momento en que llegamos a nuestro hogar.
Alberto José Varela