LA EXPERIENCIA CON LA AYAHUASCA
¿COSA DE TRADICIÓN O DE ACTITUD INTERNA DE QUIENES SE ABREN A LA TRANSFORMACIÓN?
La evolución personal no es una línea recta, ni necesariamente ascendente.
El crecimiento es en espiral, en dirección a la luz de la consciencia.
Las personas que acceden a la experiencia con la ayahuasca, no necesariamente logran un máximo aprovechamiento sólo por el contacto con la infusión.
Se ha visto a miles de participantes de ceremonias y talleres que no consiguen salir de sus bucles mentales, o del lúgubre hueco de sus condicionamientos.
Siguen acumulando rabia, contra otros y contra sí mismos.
Al igual que en la psicoterapia, los momentos de darse cuenta, de reconfiguración de nuestra realidad gracias a las experiencias con la ayahuasca, se suelen dar en el contexto de nuestras relaciones personales, al fragor de nuestra cotidianeidad.
Pero estos chispazos de consciencia no se producen fortuitamente por una gracia concedida por la infusión, sino por una tarea de reflexión, de instrospección y de sanación consciente.
Es este mismo proceso al que apoya un enfoque terapéutico bien implementado, que ayude a la persona a profundizar y vencer sus barreras. Sin este apoyo psicoterapéutico la experiencia con la ayahuasca podría quedar reducida a una visita turística a un parque temático de la imaginación; a una reafirmación de la procrastinación habitual. Es necesario apoyar las decisiones que aparecen en la recámara de las acciones de sanación.
El enfoque psicoterapéutico no es la panacea, sino que representa una herramienta más que útil en los procesos de evolución y desarrollo personales.
Incluir el chamanismo y algunas de sus técnicas: sí. Quedarse atascados en un purismo que niegue las realidades occidentales y urbanas de las personas: no.
Disponemos de herramientas eficaces, operativas y funcionales que dan un impulso potente y real a los procesos de las personas que se comprometen de verdad con su crecimiento y su evolución. Sepamos agradecerlas y utilizarlas sabiamente.
La Integración Psicoterapéutica es defendida por autoridades en la materia, como Claudio Naranjo, Jacques Mabit, Gabor Maté y otros profesionales de prestigio internacional.
Está más que demostrado que no por el hecho de tomar más y más ayahuasca se pueda ser mejor persona o dejar de ser todo aquello que nos hace sufrir. La ayahuasca no garantiza la transformación de nadie. Por esta razón nosotros acompañamos el proceso de la ayahuasca con psicoterapia apropiada que permita comprender cada uno de los puntos que traban el proceso evolutivo de una persona. Es justo ahí, cuando se puede ver esos nudos y cuando se le saca el máximo partido a la experiencia con ayahuasca.
Mucha gente se resiste a adentrarse en sus asuntos profundamente por miedo de ver lo que hay, por terror a descubrir la verdadera causa de sus sufrimientos. Estas personas incluso atacan la labor psicoterapéutica argumentando sin sentido la supuesta incompatibilidad de ayahuasca y psicoterapia. En el fondo es miedo a entrar y a verse. Prefieren tomar ayahuasca toda la vida para calmar los síntomas de los traumas no resueltos. Cosa que también es válida, pero no es a lo que nosotros nos dedicamos.
Alberto Varela