LA EXPLOSIÓN INTERNA DE LA SANACIÓN.
El big bang individual, caótico, incomprensible y descontrolado que da origen al proceso de evolución.
La sensación de sanación tiene una particularidad muy especial, que no se puede describir sino sólo disfrutar.
Recurro a las palabras y sentimientos cada vez que algo o alguien traen a mí la señal de que algo importante está ocurriendo a un nivel en donde la percepción de la realidad no puede llegar. Es un encuentro con el misterio rodeado de confusión. A veces eso le ocurre a varios o muchos a la vez, entonces cobra mucho más fuerza. Como si hubiéramos coordinado el justo momento para que a un grupo de personas nos esté sucediendo más o menos lo mismo, creando una meta realidad a la que sólo se puede acceder con el corazón.
Si lo estás leyendo también lo puedes reconocer al observar el fenómeno adentro de ti.
Me despierto hoy lunes 17/9 a las 2 de la madrugada en la indescriptible paz de mi habitación donde duermo con Paula en nuestra casa de Marbella. Es un mágico momento de comprensiones que no me entran en la cabeza pero que mediante el arte de la expresión escrita puedo compartir a modo de símbolos o simples pistas de lo que está ocurriendo.
Es obvio que desde que comencé a escribir no sabía por dónde empezar ni a donde voy a terminar, y ahora que llevo varias líneas siento que tampoco se por donde seguir.
Quiero dedicar estas palabras a Flor, Ramón y Martín que estuvieron detenidos ayer día de ayer sábado, y durante una noche en Córdoba Argentina por persecución policial hacia el trabajo que realizamos con sustancias naturales. La inspiración en parte me llega de la llamada telefónica que tuve de ellos hoy después de que salieran del calabozo, pues estaban riendo como locos, expresando la infinita comprensión que les había llegado esas horas de detención.
Cuando llega el momento en que nos encierran, nos quitan la libertad y nos acusan, de repente el corazón se comprime, surge un fuerte dolor como producto de una presión interna de los pensamientos y percepciones que se activan, la razón no puede hacer nada en esas situaciones; pero también sobreviene una infinita impotencia porque se escapa a nuestras posibilidades evitar determinados episodios que nos envía la vida, ninguna lógica ni inteligencia puede ayudarnos ante eso. La incertidumbre llega como un tsunami devastador a anunciarnos que el no saber es el camino de la sanación, la mente no puede encontrar explicación a semejante impronta, y es entonces, cuando todo está listo para que ocurra la comprensión profunda e iluminadora que aporta la consciencia.
“Nada se puede hacer para llegar a comprender, y tampoco se puede hacer nada con aquello que comprendamos”.
La consciencia tiene la cualidad de expandirse, pero el corazón tiene la cualidad de florecer. La expansión es un viaje muy largo hacia el origen de la existencia, pero el florecimiento es un viaje muy cercano hacia el destino de la vida.
Para expandirnos es preciso confiar en lo externo, para florecer es necesario amar lo interno, porque la expansión es la reconciliación con la fuente, y el florecimiento es el reencuentro con el propósito.
Al llegarnos la comprensión de nosotros mismos, de la vida y de todo lo que nos ocurre, el tiempo se detiene y el espacio infinito se concentra en un sólo punto infinitésimamente poderoso, es cuando el big bang ocurre adentro de nosotros.
Para algunos está siendo doloroso porque los eventos asociados a esta implosión sanadora tiene que ver con despedidas, perdidas o quiebres, para otros supone alejamientos, finalizar una relación, iniciar algo nuevo e impredecible, dejar atrás algo que nos ilusionó o acompaño toda la vida, o dar un paso hacia el vacío.
La teoría del Big Bang se aplica también a nuestra especie; llamada Gran Explosión, es el modelo cosmológico que define el proceso en el que nació el universo conocido y visible para nosotros. El universo estaba en un estado de muy alta temperatura y densidad, cuando cruzó el límite físicamente tolerable, se expandió. Fue una explosión liberadora que dio lugar al espacio interior en donde habitamos.
A escala humana también ocurre así, es una maravillosa y creadora implosión, es la explosión interna que crea el espacio creativo donde podemos desarrollar el arte de Ser quienes somos. Decidir ser uno mismo, es tarea complicada, pero ha pasado a ser la condición indispensable para dar un salto evolutivo. Ahora sí, las cosas comenzarán a ocurrir de otra manera. Se ha producido la implosión que da lugar al inicio de un proceso evolutivo de todos los átomos y sus infinitas, alocadas y creativas agrupaciones. Ahora todo puede ocurrir y nada de lo esencial se puede controlar.
Era necesario llegar a semejante comprensión, que si el corazón no se abre, la consciencia no se puede liberar. Cuando la consciencia se libera surge una percepción totalmente diferente, la visión de lo interno y externo se unifica, y desaparecen las definiciones.
Cuando miramos el cielo estamos mirando el interno de donde vivimos, en este sentido nada de lo que vemos es exterior. Cuando miramos el cielo de nuestra vida podemos apreciar preciosas galaxias y estrellas internas. Todos los habitantes de esta existencia que por error o accidente llegamos a poseer consciencia, a través de un proceso evolutivo interno podemos llegar a una determinada temperatura interior y una densidad tal, que algo de dimensiones desconocidas pueda ocurrir; es una explosión espiritual que se reflejará inevitablemente en hechos imprevistos, actitudes desconocidas, sentimientos indescriptibles. UNA NUEVA VIDA.
Estás justamente ante algo que te supera, y quiero compartir contigo una idea que en si misma tiene la posibilidad de explotar dentro de ti: “HAS LLEGADO DEMASIADO LEJOS”. Nadie te salvará, estás explotando ahora mismo. Para muchos de quienes me acompañan en este camino de sanación y comprensión, quizá ahora y al unísono podemos afirmar “HEMOS LLEGADO DEMASIADO LEJOS” ya no hay retorno, el poder creador nos guía, ya no se puede volver atrás ni evitar este viaje a través de la explosión del amor, de la gracia, del encanto y de la creatividad.
Alberto José Varela