EL DÍA OSCURO DEL EGO: LA INEVITABLE MUERTE YA OCURRIÓ. AHORA, A ABRIR LAS ALAS PARA VIVIR.
El nuevo amanecer surge al libertar el Ser, y con ello la agonía dolorosa de una mente que ya no es la dueña.
El renacimiento de nuestra alma en vida está relacionado con la muerte del dominio mental del ego, que no es la muerte del ego, sino la muerte del falso poder que el ego ostentaba sobre el individuo. Aunque tengamos vida no significa que vivamos, aunque no hayamos muerto todavía no significa que no estemos muertos en vida. El momento del que voy a hablar ahora es justamente cuando se acaba el dominio de la muerte y nace la fluidez de la vida. Traspasar la frontera entre la oscuridad y la luz es como volver a nacer.
El gran salto se produce desde un punto a otro, pero esos puntos son tan lejanos que ningún salto puede hacerlo posible, porque es un salto cualitativo, es una transformación del estado natural en que hemos nacido a un estado superior, de otra índole. Es como atravesar el canal del parto, de un estado a otro. Ni el feto decide nacer ni la madre decide que nazca, sino que cuando llega el momento sucede, de repente una nueva vida ya está del otro lado.
Pasar de la inconsciencia a la consciencia, del adormecimiento al despertar, de la inocencia a la pureza, de la evolución a la revolución, del pasado al futuro, de la mente a la no mente, de la verbalización al silencio, del pensamiento a la observación, de ser efecto a ser la causa, del control a la confianza, de la desconfianza a la entrega, del miedo al amor, de la inmanencia a la transcendencia, de la sumisión a la libertad, de la esclavitud a la responsabilidad, de la comprensión a la meditación, de un destino a otro… es un milagro que nos merecemos experimentar.
Cuando ocurre el salto, desde lo que conocemos y nos da seguridad, hacia algo que ni conocemos ni nos garantiza nada, y que en realidad ni siquiera sabemos a dónde vamos a ir a parar o caer, se producen movimientos internos desconocidos, ya estamos en el aire, no tenemos donde apoyarnos. A ese momento se le ha llamado LA NOCHE OSCURA DEL ALMA. Pero yo lo he redefinido, para mi es la NOCHE LUMINOSA DEL ALMA, en tal caso es EL DÍA MÁS OSCURO PARA EL EGO, ya que la mente no pensaba llegar a perder el control y el poder.
En el camino de realización y trascendencia hay un punto en el que se separa el pasado con el futuro, o dicho de otra manera es el punto en donde el espacio y el tiempo se vuelven uno en el presente, el infinito y la eternidad se reúnen en un mismo lugar y momento. A eso me refiero en el programa de Escuela Consciente cuando hablo del GRAN SALTO que lo considero un EPIFENÓMENO, es decir un fenómeno que, una vez que sucede, no puede ser influenciado ni modificado por aquello que lo provocó. Es un fenómeno que no está al alcance de quien lo produjo. Así sucede con el despertar de la consciencia, hemos hecho de todo para que eso ocurra, y cuando eso comienza a ocurrir los personajes que hicieron de todo ya no pueden controlar el fenómeno, no lo pueden detener.
Esto mismo ocurre con los hijos, una vez que se han separado de la fuente ya no pueden ser influenciados ni dominados por quienes le trajeron a la vida. Pero los padres hacen de todo para evitar ese suceso de libertad no permitiendo que sus hijos despierten por el apego que les domina.
El HORIZONTE DE SUCESOS es una expresión que utiliza en física, representa muy bien lo que quiero expresar en clave poética acerca de lo que ocurre en esta instancia de evolución de un ser humano, cuando se llega a un punto de inflexión adonde todo se termina para dar lugar al nacimiento de algo nuevo y diferente; es un evento inconcebible para la mente porque no estaba en sus planes separarse de nada ni de nadie, la razón no lo admite porque no lo advirtió en el proceso que se llegaría tan lejos, por tanto, todo lo que podamos haber sabido, estudiado o entendido ya no nos sirve para evitar que suceda.
En la teoría de la relatividad general, el horizonte de sucesos —también llamado horizonte de eventos— se refiere a una frontera del espacio-tiempo, allí donde se fusionan y se confunden. De un lado eres partícula o materia (le llamo lado «A») y del otro lado eres onda o energía (le llamo lado «B»). Los eventos ocurridos del lado «A» no pueden afectar a lo que está situado del lado «B», pero lo que ocurre del lado «B» sí puede influenciar a lo que este situado del lado «A».
En el aspecto espiritual, al que quiero transpolar este concepto de la física, podemos afirmar que uno de esos dos lados es “A”, donde está el límite antes del despertar de la consciencia, es el punto a donde nos ha llevado el proceso de sanación o despertar que proviene de una trayectoria donde siguen ocurriendo muchas cosas y de muchas maneras para que “A” se transforme en “B”, aunque en el fondo está regido por una intención oscura y escondida para que ello no suceda. Al llegar a esta frontera se agudiza el conflicto, se agrava la lucha, y se aumenta la resistencia al máximo.
A pesar de esta estratagema del inconsciente de NO PERMITIR QUE SE CRUCE LA FRONTERA, en el lado “B” ya están ocurriendo cosas como si “A” ya se hubiera pasado al otro lado. “A” y “B” son las dos regiones del espacio tiempo en que el horizonte de eventos divide el espacio, “A” ya no puede afectar los eventos dentro de “B”, pero los eventos de “B” afectan los eventos en “A” porque ya no pueden ser sostenidos, «A» sigue siendo succionado por «B». Cuando “A” se rinde y permite que ocurra, entra en disolución ya no hay nada más que hacer.
“A” es antes, “B” es después. “A” es lo que eras o creías ser, “B” es lo que eres y estás destinado a ser. Mientras ya ha nacido “B”, los sucesos de “A” siguen interfiriendo, porque todavía se está en los dos lados a la vez, como si fuéramos onda y partícula al mismo tiempo, pero en algún momento se produce la definición y el corte, que a mi entender es EL CORTE DEL CORDÓN UMBILICAL. Es cortar con la manipulación de la madre, con la lealtad al programa instalado, con el control del inconsciente, con dominio el pasado y con la imposibilidad de que ocurra el milagro de renacer.
El verdadero horizonte de sucesos dentro de la Evolución Interior ocurre cuando se llega a ese límite de fusión entre dos espacios pero que están claramente separados por el tiempo, aunque sea brevísimo. De repente y de un momento a otro se accede a otra dimensión, la de la consciencia. Hasta ahora había sido una teoría, una idea leída, una fantasía, pero a partir de un momento indeterminado se hace real. La ilusión se desmorona en mil pedazos que ya no se pueden volver a juntar para recomponer la realidad. Se acabó la fantasía, se muere el autoengañador y el estafador en el mismo acto.
En el momento en que surge la verdad se nos presenta la última oportunidad de frenar el proceso y de retornar a la mentira. No dejarnos tragar por “B” puede requerir un gran y último esfuerzo, en esa frontera todavía es posible. Si la actitud ante la verdad que se manifiesta es la gratitud, entonces se abre el camino directo hacia el florecimiento. Si la actitud ante la verdad es la exigencia, entonces se da un giro hacia el control y la desconfianza, hay un regreso a la mentira, entonces “A” seguirá manteniendo su consistencia material. En este punto la gratitud por haber llegado hasta ahí es abrirse a la entrega, mientras que la exigencia es cerrarse a la libertad y a la transformación.
El falso poder gobierna a esclavos, y siempre está acechando a quienes han intentado liberarse para que regresen al redil. Es el momento más delicado en el proceso porque está en juego LA LIBERTAD. Salir o no de la cárcel, hacer o no la gran fuga del condicionamiento, desidentificándonos o no de todas las partes que creíamos ser para dar lugar al comienzo de la manifestación de nuestra esencia.
La incertidumbre creada por no saber, la impotencia producida por no poder evitarlo, y el no control originado por no querer ser algo o alguien, abren el camino hacia el despertar natural y espontáneo de la consciencia.
El primer milagro ha sido la creación de un ego, la consolidación del gobierno del condicionamiento, la instalación de un falso poder del ego dirigiendo la vida; y el segundo milagro (que es mucho mayor que el primero) es la liberación. Posiblemente todo el juego de la vida consista en crear las condiciones de esclavitud para luego darnos las pistas y recursos para emprender la salida. El viaje de las limitaciones a la potencialidad es el mismo que del condicionamiento al florecimiento o que de la esclavitud a la libertad.
Todos los que estamos realizando diferentes procesos de evolución interior sabemos que más tarde que temprano nos llegará el momento confrontador de tomar grandes decisiones esenciales que cambiaran nuestra vida, la más importante es dejar de decidir para dejar todo en manos de la existencia, y es en esa frontera en donde se ofrecen las circunstancias adecuadas para crear un nuevo y desconocido espacio interno y externo, es el tiempo en donde se abre una puerta hacia un universo de posibilidades que desconocíamos.
Cuando estamos acercándonos a ese límite transformador, surgen preguntas, cuestionamientos, conflictos y situaciones que nos confrontan como nunca; es ahí cuando estamos ante el precipicio de la evolución. Las formas están a punto de cambiar. Es el momento más apasionante de la vida, estamos a punto de renacer, de dar a luz, de despertar. Te sugiero que bailes y bailes, que te pierdas en una danza de entrega y gratitud, porque ya está ocurriendo todo lo que habías soñado cuando estabas dormido: habías soñado que podías despertar a la vida y a la dicha, el sueño se está haciendo realidad.
Alberto José Varela