DECÁLOGO EXISTENCIAL para manejarme por la vida.
La actitud que me alista ante la llegada del misterio
Texto extraído del libro “Desde la Cárcel, desde mi Libertad” de Alberto José Varela:
El lunes 10 de Agosto festejé mi cumpleaños en prisión. Tenía noventa minutos de vis a vis en una sala pequeña donde sólo hay una mesa y algunas sillas.
Vino Paula, mi compañera, con nuestra hija Amelys de 1 año, Elián y Aneley de 19, dos de los tres hijos que tuve con Marisa. También estuvo Anahí, de 6 años, a quien tuve con Conchi.
No hubo tarta ni velas, sólo miradas, palabras y risas.
Ese día quise hacerles yo un regalo; les entregué un código de sugerencias de convivencia familiar que escribí para ellos y que decía:
1– Cuando hablan los menores, los mayores callan.
2– Dialogamos para conocernos, no para tener la razón.
3– No hay leyes ni normas, nos guía el amor.
4– No hay nada que ocultar, pero todos tenemos derecho a mentir.
5– Nada se juzga ni se critica, todo se acepta.
6– Nadie manda a nadie, cada uno obedece a su corazón.
7– Sólo creemos en que no hay nada en qué creer.
8– No hay ninguna posibilidad de que nadie cometa algún error.
9– Si alguien no pregunta no se le dará ninguna respuesta.
10– Fluyamos; la espontaneidad está por encima de los planes.
11– No intentes ser otro diferente al que eres; así eres perfecto.
12– Aquí no hay ningún modelo a seguir ni ideal al que llegar.
13– Cada uno que elija la religión que quiera o ninguna.
14– No hay una manera fija de hacer las cosas, búscate la vida.
15– Si estamos en alguna situación sin salida, riamos.
16– Que cada uno se dé cuenta por sí mismo de cómo son las cosas.
17– No dejemos de mirarnos de corazón hasta que nos comprendamos.
18– Si se discute algo, los menores tienen la prioridad.
19– En vez de controlar e investigar es preferible confiar.
20– Cada día todo empieza desde cero, el pasado murió.