AUTOR: Fernando López Espallardo (Madrid, España)
Desde el lugar de voluntad de entendimiento, animo tanto a las comunidades ayahuasqueras como al señor Varela a explorar el camino del diálogo, un trayecto que siempre ha dado sabios frutos a la humanidad.
He leído con atención el escrito publicado por el señor Varela dirigido a la Comunidad Ayahuasquera. También he leído el Manifiesto de los Cien, así como la declaración de Persona Non Grata al señor Varela por parte de las autoridades del Putumayo. La dureza de este escrito me hizo dudar de acudir a Inner Mastery en busca de mi equilibrio interior, aun así finalmente me decidí por ir.
Respecto al señor Varela, debo decir que comparto en gran medida el enfoque sobre la Ayahuasca que realizan en su empresa, mi experiencia con ellos así me lo lleva a sentir. Hace cuatro meses estaba sumido en una profunda depresión, que venía muy de atrás en el tiempo, y la experiencia con su organización me ha cambiado la vida. Así de complejo y así de simple.
La Ayahuasca es una medicina con un enorme potencial, posee un poder transformador profundo en la psique del individuo, tiene la asombrosa sabiduría de entrar un tu mente y mostrarte justo lo que realmente necesitas. A la Ayahuasca también le llaman «La abuelita» y así se comporta en sus visiones y emociones, tiene la dulzura y el amor profundo de una abuela, pero también la dura firmeza del abuelo, ya que te enfrenta a tus miedos más profundos.
Para mí es una planta maestra, incluso sagrada, una medicina del alma, una planta que debería ser Patrimonio de la Humanidad y, como tal, protegida por todos con mucho respeto y agradecimiento.
Quiero manifestar también que entiendo perfectamente a las comunidades ayahuasqueras. Comprendo su miedo, su resquemor, ante el hecho de que la Ayahuasca salga del contexto amazónico y que el mundo pueda hacer un uso irrespetuoso e irresponsable de esta planta sagrada. Nadie sabe a ciencia cierta el origen de la Ayahuasca, existen solamente distintos mitos y leyendas. La realidad es que, durante milenios, esas comunidades han sido sabias y respetuosas guardianas del conocimiento de esa combinación de plantas. La Ayahuasca incluso tiene un carácter sagrado para muchas personas de muchas comunidades.
Creo que nunca la Humanidad podrá estar lo suficientemente agradecida a todas las generaciones que han conservado hasta el siglo XXI la sabiduría y la esperanza en la medicina de la Ayahuasca.
En mi humilde opinión, es un profundo error descontextualizar el origen de la planta. La Ayahuasca debe seguir creciendo en la selva y la esencia de la Ayahuasca seguirá estando en su origen, eso no lo deberíamos olvidar nunca. La Ayahuasca es una medicina nacida en la selva, una potentísima medicina psico espiritual hija de la selva amazónica. Todo el mundo debería reconocer con orgullo y respeto su origen, debido a su enorme simbología y potencial sanador.
La mayor enseñanza que me ha dado mi experiencia con la Ayahuasca es sentir desde el corazón, y desde ahí considero que deberíamos reconocer y respetar a sus guardianes y experimentadores durante milenios. Los chamanes conservan una gran mochila de conocimientos, cientos de generaciones de ellos tomando Ayahuasca han mantenido vivo el mundo del chamanismo y su increíble conocimiento del mundo espiritual y de su sanación. De una manera u otra, la Ayahuasca y el chamanismo siempre permanecerán unidos. Hagamos lo que hagamos, se mantendrá en los abalorios de las personas que facilitan las tomas, en las largas noches de tambores, en sus herramientas exóticas pero terriblemente eficaces, en cualquier liturgia de merecido respeto a la planta o en la necesaria limpieza de energías de los participantes en las tomas.
Por otro lado, mi experiencia con Inner Mastery me muestra otro camino del uso de la Ayahuasca en el siglo XXI. Se ofrece un método revolucionario que combina la enorme posibilidad terapéutica de la Ayahuasca con diversos enfoques psicológicos occidentales y dinámicas de grupo, en conclusión, un método de enorme eficiencia enfocado en la sanación de las personas.
Como bien dice Alberto José Varela, en estos procesos la Ayahuasca solamente es una herramienta, una medicina que siempre se trata con enorme respeto, pero es un elemento más, aunque fundamental, en un conjunto de técnicas y dinámicas.
En mi pequeña experiencia en tres retiros, conociendo de primera mano los procesos de unas sesenta personas, creo que el éxito terapéutico de Inner Mastery está en el conjunto de toda la experiencia: en la toma de la Ayahuasca, en la integración de las vivencias con técnicas psicoterapéuticas occidentales, y en las dinámicas de grupo. Estas dinámicas crean profundos procesos emocionales cuando muestras tus miedos más profundos al grupo y el grupo te los muestra a ti, son unas eficaces herramientas de sanación colectivas.
Otro elemento fundamental son las personas que integran Inner Mastery. Mi experiencia en Madrid me muestra que son gente que trabaja desde el corazón, lo que permite crear un ambiente honesto, íntimo y seguro, sientes que estás con personas que te acompañan y apoyan en tu viaje interior. Aprovecho para dar las gracias públicamente a todo el equipo de Inner Mastery de Madrid por el enorme e impecable trabajo que están realizando.
Soy una persona que creo firmemente en los beneficios del diálogo entre colectivos y personas con un corazón sincero, individuos conscientes de la enorme transcendencia y beneficio local y global que ese diálogo puede traer. Desde ese lugar de voluntad de entendimiento, animo tanto a las comunidades ayahuasqueras como al señor Varela a explorar el camino del diálogo, un trayecto que siempre ha dado sabios frutos a la humanidad.
Con el mayor de los respetos para todos, mi agradecimiento
Fernando López Espallardo
