Testimonio: ¡¿QUIZAS SEA MAGIA?! NO, ES EL PROCESO DE PURIFICACIÓN DE LA AYAHUASCA
“Acabe con los fármacos después de mi primer participación en un retiro con Ayahuasca”
ACLARACIÓN: nuestra organización cuenta con psicólogos, médicos y psicoterapeutas y ESTAMOS A FAVOR DEL TRABAJO PSICOTERAPÉUTICO, muchos profesionales de la salud nos envían a sus pacientes para complementar los tratamientos alopáticos que realizan con las medicinas naturales chamánicas.
Buenas días Doctor
Espero que sus vacaciones sigán bien.
Me atrevo a molestarle para ponerle al día con mi situación. Si esta no fuera asombrosa… seria ridícula.
Empecé en el 1998 a buscar una salida por la angustia y el malestar que sentía adentro. El resto de la historia ya lo conocemos.
En este mes de agosto yo realmente llegue a la cumbre de mi desesperación. Llegue a ello en total soledad, creía que no podía sobrevivir a ese dolor angustioso. Me movía de un lugar al otro, entre Ventimiglia y Torino… sin destino… sin tener gana de parar en ningún lugar. Me sentía un poco ridícula al enviarle mis desesperadas emails.
Entonces decidí en un rato de participar de un taller de evolución interior organizado por una Escuela Chamánica, en Torino.
Dicho y hecho…
Viernes pasado comenzó mi experiencia.
Acabé con los fármacos y acudí a mi primera sesión, ceremonia, mi primera toma de Ayahuasca. Primera noche yo no pude percibirla bien, me costó atravesar el proceso y entonces no pude utilizarla al máximo. ¡La segunda noche fue maravillosa! Entré en conexión muy profunda con mi madre… fue hermosísimo. Volví a ver mi infancia, recurriendo algunos momentos, pero desde una visión diferente. Como desde afuera de mi mente. Pedí perdón a mi madre y ella me lo pedio a mí. Había un fuerte abrazo, sentía las lágrimas bajar calientes, mojando todo mi cuerpo y “limpiándolo”. Diferentemente de primera toma – después de la cual tenía que vomitar, sin darme cuenta – aunque no tenía disturbios físicos, pensé que podría vomitar toda esa rabia, ese rencor, aquel dragón de fuego que habitaba en mi estómago. Yo lo pensé y lo hice… en manera perfectamente natural. Vomité todo eso rencor… lo cerré en la bolsa de vomito y lo arroje en el cubo de los residuos orgánicos.
Ya acabé con los fármacos desde el viernes, ni tomo más el lansoprazolo30… lo que había tomado cada día con constancia desde hace 5 años.
¡Lo más asombroso es que me siento bien! Me siento fuerte, puedo enfrontarme el futuro, como y cuando querrá presentarse. ¡Duermo 8 horas sin tomar ningún somnífero!
Pero sobretodo me siento como vacía de la llevaba adentro desde hace mucho tiempo. Volví a mi vida…, entre las dificultades de cada día propias de seres humanos, pero con otra actitud, con un espíritu totalmente diferente y con una dicha y una serenidad que no conocía a pesar de las responsabilidades y las dificultades del camino.
Este éxito se lo debo por buena parte a Usted, que con profesionalidad y humanidad hermosa, me acompañó en la búsqueda de lo que non podía encontrar más: mi esencia.
Le doy realmente las gracias.
Marina