¿POR QUÉ Y PARA QUÉ TOMAR UN POCO DE AYAHUASCA DURANTE 90 DÍAS?
Hace 15 años que hice este tratamiento de tres lunas y en esa oportunidad bajé 10 kilos de peso, y tomé decisiones que cambiaron el rumbo de mi vida…
La idea me fue dada por un chaman de Colombia, el Taita Domingo, dijo con gran certeza: «si toma todas las noches durante tres lunas (unos 90 días) un poquito de Ayahuasca, la energía sanadora de la selva amazónica se va a instalar en su cuerpo, va a tener mucho más fuerza en su cuerpo y claridad para tomar decisiones. Le hice caso. Hoy después de 15 años puedo afirmar que eso que se me instaló ha sido un tesoro de valor incalculable para mi salud física y psicológica, para re formular todas mis relaciones, para sacar mi creatividad, para elegir desde mi corazón mi propio destino.
En este momento me siento mucho mejor que entonces, aunque debo reconocer que si hago este nuevo tratamiento es porque siento que he llegado a un límite del que llevo muchos meses sin poder atravesarlo. Es obvio que necesito un apoyo externo, y aunque estoy rodeado de excelentes terapeutas con quienes participo de sesiones para mi y mi familia, reconozco el poderío y la maestría que tiene la Ayahuasca. Hace una semana hice una toma con todo el equipo de Ayahuasca Internacional, fue la mejor de todas mis tomas de Ayahauasca, la dio Elián, mi hijo, acompañado por el médico de la empresa Oscar Peñalosa, y por Mónica, una facilitadora de la escuela; además estuvieron los músicos de esta organización cantando y tocando todo tipo de instrumentos. Hacía un año que no tomaba Ayahuasca, tuve mucho miedo al tomarla, creía que no lo necesitaba, no veía ningún motivo para hacerlo, y se lo dije a mi hijo, pero él me dijo: «Entonces toma para festejar y disfrutar la vida» y me metió la cucharada en la boca…
Esa noche, experimenté sensaciones sublimes, disfruté de visiones extra dimensionales y contemplé de cerca la maravilla de seres que me acompañan en este trabajo, los pude ver uno a uno y sentir cuanto les amo; pero también me di cuenta que tenía que mirarme a mi mismo, especialmente en algo concreto del día a día, por eso decidí hacer otro tratamiento tomando Ayahuasca poco a poco cada noche, porque ya lo he experimentado antes y he comprobado lo increíble que es combinar una o dos tomas fuertes al mes con las tomas diarias pequeñas. Aproveché que Rosa (una de las especialistas de la empresa en estos tratamientos) me había preparado las mini dosis con exactitud para poder tomarla de manera fácil y con la precisión de la dosis que necesito; la clave es que no produzca ningún efecto visionario ni físico, sino que se quede 100 % en el cuerpo hasta que lo procese. En una toma de medida normal como se dan en las sesiones grupales se expulsa la Ayahuasca a las pocas horas o minutos, pero cuando es de a poco se queda dentro haciendo un trabajo más profundo y desde el inconsciente.
El motivo central es que me apetece recuperar energía y fortaleza física ya que estoy viajando mucho por muchos países y trabajo más de 12 horas al día, y por otro lado quiero tomar una serie de decisiones muy complejas, por tanto necesito tener en consideración todos los aspectos y repercusiones de dichas decisiones. Aunque confío en mi capacidad e inteligencia para decidir, reconozco que hay decisiones que requieren de un asesoramiento externo y profesional (que lo tengo, ya que me asesoran psicólogos, terapeutas, expertos en temas empresariales y un filósofo) pero además siento que es indispensable tener una perspectiva metafísica de los asuntos que manejo. Algunos le llaman «visión espiritual», pero dado que no soy espiritual no me resuena ese termino.
Esa perspectiva elevada y nítida de todo lo que me acompaña en la vida, de mi destino y de lo que toca hacer a cada momento lo da de manera asombrosa la expansión de consciencia y apertura del corazón que origina la Ayahuasca. En los días que llevo desde que inicié el tratamiento, ya me está haciendo una limpieza de intestinos muy profunda, y a su vez me da impulso de hacer cosas, de expresar, de decidir… de no dejar pasar más tiempo para hacer lo que me corresponde hacer.
Este mero hecho de estar escribiendo acerca de mi, de mi momento y proceso, es a raíz del efecto que me está haciendo la Ayahuasca; me viene una y otras ves la inspiración de ser sincero conmigo mismo y no auto engañarme en nada, de enfrentarme a las personas y situaciones tal cual son, no haciendo nada pero no dejando nada sin hacer.
La gentil invitación que estoy recibiendo de mi consciencia es a fluir suavemente, a relajarme y respetar el ritmo que la vida quiere para este preciso momento.
Alberto josé Varela
https://albertojosevarela.com/ayahuasca-en-la-vida-cotidiana-microdosis/
