selva ayahuasca

Testimonio de un psicólogo que ha visitado la selva, y ha visto su mundo interior tomando Ayahuasca con Chamanes colombianos

TOMAR AYAHUASCA EN LA SELVA: DESDE LA NOCHE HASTA EL AMANECER… DE TU SER

Durante los viajes que llevamos realizando durante más de quince años a la selva amazónica en los que hemos llevado a cientos de personas al encuentro de los chamanes del Putumayo hemos vivido noches mágicas, celestiales, locuras sanadoras y todas y cada una de ellas con una huella espiritual única grabada en su vientre.

La toma comienza en torno a las diez de la noche y dura hasta el amanecer, el taita, como son conocidos allí los chamanes o médicos tradicionales abre la ceremonia bendiciendo el yagé con un rezo de protección e invita a los participantes a beber la totuma llena de yagé.

Entonces un velo de silencio cae sobre la maloca, así es llamada la construcción donde se realiza la sesión espiritual con ayahuasca, ellos la llaman “medicina” sin ningún temor a cometer una equivocación u osadía para la ciencia, pues conocen desde la antigüedad después de miles de años de práctica los innumerables beneficios a nivel físico, psicológico y espiritual de este brebaje, saben que es más que una medicina pues no solo opera sobre el cuerpo físico ni sobre una parte concreta, sino que realiza un abordaje holístico del ser que la toma, es un espíritu vivo materializado en un líquido que recorre cada célula del que lo bebe.

En este silencio sepulcral el chamán empieza a entonar “ícaros” como son conocidos los cantos rituales que el chamán pronuncia para inspirar y guiar el viaje a las regiones más profundas del espíritu y el universo, comienza con sonidos graves para así descender la vibración de la energía y que los participantes bajen a su sombra, a su inconsciente y vean la raíz de lo que les sucede.

Una vez que recorren internamente estos lugares umbríos el chamán comienza a entonar ícaros mas agudos y después puede acompañarlos con la flauta, la harmónica o la guitarra hasta llegar a cantar canciones con letras en nuestro idioma pues los icaros para nosotros son ininteligibles a un nivel verbal, el propósito es el de ir elevando la energía y con ello el estado de consciencia que va expandiéndose prolongadamente sin un límite definido acudiendo y surgiendo en el interior de cada participante comprensiones y sanaciones de aquello que interfiere la expansión libre de su ser. .

Una vez en este estado la ayahuasca parece bailar dentro del cuerpo con los cantos e induce a un estado de pesadez del cuerpo conocido como “la chuma”, a pesar de ello es posible sobreponerse a ello, todo depende de la fortaleza interna de cada uno, levantarse y bailar y celebrar la vida y las nuevas comprensiones que surgen de la propia conexión de cada uno con la consciencia.

Durante la ceremonia es posible tomar varias veces ayahuasca y es el chamán el que lo determina debido a sus años de experiencia, ya que nosotros conocemos y tomamos con los “taitas mayores” , es decir, los taitas que más tiempo llevan ejerciendo la medicina tradicional.

Cuando uno vomita en la selva siente como la energía de la tierra lo lleva hacia abajo, siente como el suelo absorbe su enfermedad, sus bloqueos, sufrimientos y personajes, siente como todo ello se queda allí bajo tierra para transformarse en alimento de la vida, una autentica transmutación del dolor .
Es posible que durante la toma y con los ojos cerrados uno tenga visiones, donde es capaz de ver con la claridad y rapidez de un rayo lo que le sucede, estas visiones son la superficie tangible de emociones y comprensiones de una naturaleza muy profunda y a veces conforman todas ellas una amalgama conocida como “la pinta”, un oasis de sanación interno decorado con los colores más hermosos jamás vistos, un regalo místico que se arroja a la consciencia con amor y dulzura para deleitar en un baile psiconaútico al que lo presencia.

Después de los desbloqueos energéticos producidos y de las purgas efectuadas es notable sentir la sanación y limpieza interna y el estado de salud que se tiene después de tal proceso, este estado de consciencia de la propia salud y liberación es conocido como “el alivio”.

A veces antes y durante la toma es posible que el taita ofrezca medicinas complementarias como el rapé que es soplado por la nariz con un proyector abriendo y despertando a la persona dejándola en el estado ideal para meditar, con las vías nasales despejadas para respirar y en un equilibrio energético en los hemisferios del cerebro.

Es imposible describir la infinita riqueza individual de las experiencias de cada participante asi como de la energía colectiva que se mueve en una toma y de los lazos de amistad que allí surgen al compartir una experiencia tan suprema, por ello cuando el sol empieza acariciar el rocío de la madrugada lo único que inunda el corazón es un sentimiento inefable de compasión y agradecimiento con toda la existencia y con uno mismo por haberse permitido sentirse merecedor de tal ofrenda de la naturaleza hacia sus hijos los humanos.

Vamos a la selva del 11 al 22 de cada mes, nos hospedamos en el Hostal Casa del Río de nuestra propiedad y que tiene todas las comodidades para descansar de jornadas y noches tan intensas.

Información y reserva de plaza: [email protected]

Si vives en España y prefieres ser atendido por teléfono llama al 619849809 ( Sergio)

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Alberto José Varela

Fundador de empresas y organizaciones; creador de técnicas, métodos y escuelas; autor de varios libros. Estudiante autodidacta, investigador y conferencista internacional, con una experiencia de más de 40 años en la gestión organizacional y los RRHH. Actualmente crece su influencia en el ámbito motivacional, terapéutico y espiritual a raíz del mensaje evolutivo que transmite.

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