AYAHUASCA, YOPO Y OTRAS MEDICINAS AMAZÓNICAS: UN PORTAL HACIA OTRA REALIDAD.
Testimonio de una participante a retiros con uso psicoterapéutico de Ayahuasca.
La primera noche que tomé ayahuasca ya supe que ella sería parte de mi camino. Mi primer retiro fue muy liberador y revelador, mi segundo fue además de ello deshinibidor. Iba con una propuesta a la Ayahuasca para que me mostrara con los arquetipos que he ido usando, los que he rehusado y los que necesito para encontrarme a mí misma. Un encuentro con mi mente inconsciente y..la Ayahuasca tan sabia, tan perfecta me quitó la tontería racional y me mostró lo que en verdad necesitaba … liberación mental!!
Me fue mostrando a través de imágenes el primer día; las serpientes que llegaban del suelo, techo, paredes creando un mar de serpientes. El vuelo de un pájaro que ha roto su jaula, una niña que se suelta del árbol cuando llega un huracán y se deja llevar por el viento, fluyendo con él y como un templo de mármol blanco se va desmoronando y sólo queda la NADA, el Vacio Absoluto. Y así la Ayahuasca me mostró esa noche LIBERTAD para SER y dejar de pretender.
El segundo día fue clave en este retiro. Estuvimos haciendo un taller de rapé y seguidamente comenzamos con la toma. Esa noche fue el click que ha cambiado mi vida. Llegaron muy pronto las psicodelias (en 20 min.) hechas de escamas de serpiente. En cuanto aparecieron supe que ya las había visto antes, y la Ayahuasca me mostró como en cada retiro tenemos la oportunidad de subir de octava e ir transcendiendo, tenemos la opción de seguir en el mismo bucle o la de tomar consciencia que tenemos el poder de salir de ese bucle. A mí se me presentó mientras vomitaba, veía las escamas de una serpiente negra con puntos dorados en el centro, eso me producía más vomito y de repente a mi dicha percibía una luz dorada. Sin embargo me había quedado anclada en pensamientos y emociones de rencor y rabia y aunque vislumbrara luz dorada la otra serpiente oscura me era más fuerte y entonces lo ví con mucha claridad. La ayahuasca me proponía una elección o quedarme anclada en estos pensamientos o ir hacia la serpiente dorada. Me costó mucho traer la imagen dorada al centro, y una vez que se centró fue un cambio radical. Volví a las escamas de colores vivos y mi serpiente empezó a elevarse sinuosa, femenina mientras me sentía acompañada por Melina, la chica de al lado con quien sentí mucha hermandad. Elián se puso a cantar una canción que a mí me encanta,“Tamborcito ayúdame a cantar, para que salga la voz y llegue a donde tenga que llegar” y de repente sumergió la voz como una sirena de las profundidades del mar y la voz se eleva y recupero mi propia voz. Una pasada escucharme por primera vez con unos tonos a los que nunca antes había llegado. Después me pasé toda la noche cantando. Sentí que mi chakra garganta se había abierto y mientras cantaba me seguían llegando imágenes y claridad. Por ejemplo, una imagen eran raíces bajo la tierra que se iban entrelazando expandiendo amor y sabiduría. La Ayahuasca me decía que todos los que han tomado ayahuasca tienen ya una conexión con la medicina y que estamos todos conectados a través de ella.
También llegaban momentos de mi vida pasada, presente e incluso futura, y empecé a ver todas las sincronías que están presentes. Comenzaba a unir lazos y sentía lo perfecto de cada una de ellas y la interconexión con muchas personas, y sentí una gran unión con mi llama gemela. El tiempo se me representó como una bola a la que podemos acceder desde un elevado estado consciencial, porque no es lineal para nada. Y tomé consciencia de toda esta ilusión de espacio/tiempo. Durante los retiros no duermo porque una vez acaba la sesión mi mente está muy alerta, es como si estuviera integrando todo lo vivido. Mi tercer día se unió con el Yopo. Empezamos a tomar Caapi alrededor de las 4 pm y cuando tomé Ayahuasca sobre las 10,30 ambas medicinas trabajaban a la par y no tomé refuerzo. De hecho sólo lo tomé el 1r día y el 4º día. El Yopo te adentra en un mundo muy sútil. La primera media hora fue de mucha ansiedad al no querer reconocer mis miedos. El corazón me palpitaba mogollón. El Yopo me decía que tenía miedo pero esa parte de mi guerrera no quería aceptarlo y durante todo ese proceso, sentí tanto miedo!! Hasta que acepté mis miedos no pude abrirme al mundo sensorial de mi serpiente. Ese tarde/noche mi serpiente se hizo realidad en mí, ya no era yo, era una serpiente que no dejaba de expresarse con unos ruidos shaaa tsaa pa ta uahhh ,shhh amm haa. Esa noche de ayahuasca fue una integración con mi serpiente y todo lo que representa, sensualidad pues en cada tono musical sentía sensualidad, me llenaba de sensualidad con la música, me hice una con la música que Elián puso. Al mismo tiempo me partía de risa con un compañero que estaba en su proceso de amor a todo!! Sentí las ganas de expresarme y me fui a bailar. También saqué mi diablo, era una loba o una felina pues los intercambiaba expresando lo que no aceptaba, lo que le hacía sentir rabia con unos grandes dientes y cuando me expresaba sentía la necesidad de hacerlo a través del cubo. Me sentaba allí y sacaba todas esas emociones pero esta vez sin vomitar, siendo consciente de esa parte oscura mía y me gustaba poder expresarla y liberarla. Fue una noche muy sutil, llena de sensaciones que me llenaban de tal manera que sentía total éxtasis.
Sentía presencias cerca de mí. Antes de tomar el Yopo invoqué a todos mis guías, seres de luz y ancestros. Esa noche los sentí y desde esa noche los siento en muchos momentos, y siento tanto su amor!! La cuarta noche antes de la toma, tuvimos la gran suerte de hacer un temazcal que guió Elian. Fue muy liberador el despedirnos de todo aquello que ya no sentimos que aporta al Ser y de traer todo lo que es más acorde con nuestra esencia. Me costó entrar despues de la primera toma porque tenía frío. No me había secado el pelo y aunque tenía 4 mantas puestas tiritaba. Fue tomarme el refuerzo y entrar, vomité y de repente una música india comienza a sonar y perdí el control de mi cuerpo. Emergió mi serpiente y lo único que podía hacer es dejarla expresarse. Aún tenía ganas de vomitar y esa canción se me hizo eterna porque yo no podía controlar el cuerpo y el cuerpo sólo quería sentir la música y expresarse, había una lucha interna de sacar algo, de vomitar y al mismo tiempo de expresión corporal…la Ayahuasca me propuso dos caminos, el adentrarme en la psicodelia o en expresarme a través de la música.
Personalmente no me gusta la psicodelia y elegí el segundo, y esa noche sólo fue dejarme llevar, abandono total… Llegó un momento que físicamente estaba muy cansada pero ella seguía, me arrastraba por el suelo, bailaba en mi colchoncillo. Buscaba ir a un lugar para fundirme con mi llama gemela pero había algo que me lo impedía, mi mente. Hubo un momento que tuve una claridad tremenda del primer retiro cuando la Ayahuasca me propuso el juego de dejar mi cuerpo y que ella se movería por mí. Anteriormente pensé que este juego fue sólo por esa noche y sin embargo no ha sido así. Lo digo porque desde el primer retiro mi cuerpo se espasma con la música o sin música, más con música mientras estoy tumbada.. y esa última noche sentía que el juego continua. También sentí mi dualidad de mis dos serpientes, porque una era seductora, provocativa, tajante, hipnotizadora y la otra es sensual, amorosa, participativa, comprensiva y más conectada desde el corazón. Esa noche tomé consciencia de mi dualidad y amé a ambas partes, las amo a las dos. Son parte de mí, ya no hay pelea internas, no hay culpas, no hay ego; el ego que solía apuntarme con el dedo se ha desvanecido totalmente. El mundo sensorial se ha despertado, el mundo mental del rum rum se acabó. Me siento como una persona totalmente diferente, compartiendo con todos mis hermanos esta ilusión/realidad pues sí que podemos y tenemos en nosotros la capacidad de sentir y percibir más allá de este mundo a todo un mundo lleno de Amor, de Luz y de Magia.
La Ayahuasca para mí es la Suma Sacerdotisa que nos adentra en el mundo más acorde con nuestra esencia, que nos lleva al momento preciso de expresión, que nos guía ,no obstante somos nosotros quienes tenemos que actuar e integrarla en nuestro día a día. Si no lo hacemos los bucles seguirán existiendo y repetiremos las mismas pautas. Ella nos aporta la lucidez pero somos nosotros quienes la procesamos y quienes decidimos que hacer con todo ello.
La Ayahuasca, el Yopo, el Bufo, el Kambó, el Rape, el Cambil, la Sananga… que son las que he experimentado me siguen mostrando la transcendencia de la humanidad y de mi propio mundo interno, son grandes guías del camino y os recomiendo a todos que estáis en ese proceso de encuentro a experimentar estas medicinas ancestrales. Quiero agradecer a todos mis hermanos que estuvieron en el retiro. He sentido una gran conexión con los que tomamos ayahuasca y a los que estuvieron muy presentes con nosotros, sobre todo quiero agradecer de corazón a Laura nuestra integradora, Iciar y Alberto Consola que fueron un apoyo incondicional y sobre todo a Elián que con su música, sus cantos, con su gran sensibilidad nos fue adentrando en la magnificencia de nuestra esencia y Joha un alumno de la escuela que es todo amor. Cuando Joha decía en las integraciones que ama a todo, no lo comprendía… Ahora estoy en ese mismo proceso, y lo comprendo pues amo a todo, a todos mis hermanos de aquí y los de allí, a todo lo que me llega, a mi misma, amo tan profundamente a mis dos serpientes que eso me ha liberado toda la carga de culpa que llevaba arrastrando. Amo la Ayahuasca y todas las otras medicinas ancestrales.
Mis sueños son una pasada, mis serpientes siguen ahí, mostrándome el camino. Los sueños simbólicos me conecta de nuevo con la Ayahuasca, ella está en mí al igual que en todos los que habéis recibido a esta planta maestra quien sigue mostrándonos pasito a pasito nuestras incoherencias para ser evaluadas desde la no mente y sí desde el corazón. Tengo muchas ganas de mi tercer retiro en Marzo!! Mientras tanto que sigan los regalitos que todas las medicinas me están aportando.
Somos UNO. GRACIAS INNER MASTERY por abrirme el portal a otra realidad
Lupe Gonzalez Martinez