RELATO DE UNA ITALIANA VIVIENDO EN BARCELONA, ESPAÑA; QUE ASISTIÓ AL RETIRO DE AYAHUASCA INTERNACIONAL
“…lo mío ya no tenía solución, estaba perdida y sin esperanza de volver a mí”
Mi experiencia con Ayahuasca empezó casualmente hace casi un año. A lo largo de este periodo he tomado varias veces en diferentes lugares y con diferentes dinámicas y curanderos.
Me había informado sobre los principios y los efectos de la planta y había escuchado varios testimonios de los compañeros que encontré en cada una de las tomas. Historias que tenían la magia de la esperanza de que cualquier problema, miedo, obstáculo, se podía vivir, dominar, vencer y finalmente transformar.
Fábulas maravillosas.
En cada una de las tomas mi deseo de vivir la experiencia aumentaba cada vez más. Con cada historia, con cada lucha ganada por parte de los participantes añadía en mí el afán de destruir finalmente todas las armaduras que había creado en el transcurso de mi vida para evitar miedos y sufrimientos y que ya me tenían atrapada en un mundo de aislamiento del que sentía no poder salir.
Y en cada toma, una tras otra, el anhelo se transformaba en ansiedad. Cada vez me quedaba a un paso de vivir a pleno la experiencia, a un paso de la “entrada”.
Y Cada vez no lo lograba…pensaba que mi auto control, mis miedos eran más fuertes del poder de la planta, y cada vez los sentimientos que se apoderaban de mi eran decepción frustración confirmación del fracaso…
En los últimos años llegué a tener pensamientos muy crueles hacia mi misma…la protagonista de mi vida era una Antonella que yo no reconocía, que despreciaba, que me hacía daño cada día más y que pero vivía mi vida. Paranoias, sentido de inferioridad, miedos, tristeza, desconfianza y incapacidad de amar por defenderme… ¿la Antonella solar alegre siempre presente y altruista era ya solo un recuerdo? ¿o quizás nunca había existido? ¿Quizás estaba condenada a seguir viviendo de esa forma? ¿Me habría quedado sola con esa lucha constante? habría seguido fracasando? ¿Decepcionando los demás? obsesiones…egoísmo…espirales…ya está!!! no puedo más!!!!
Llegué a pensar más de una vez en no querer más vivir antes que seguir atormentándome. En ningún momento fue un anhelo de suicidio. Simplemente llegué a desear dejar de vivir para no escuchar más todas esa voces interiores que me seguían torturando. Quería solo silencio. Quería solo volver a encontrarme, y reconocerme.
En el último retiro recuerdo mucha esperanza. Sabía que esa habría sido mi oportunidad. Había tenido las que yo creía ser unas señales y, a pesar de mi situación económica, decidí invertir y confiar…tenía que ir bien!!! Tenía que conseguirlo esta vez!!! Tenía que dejarme ir!!! relajarme!!! dejar el auto-control!! no podía fracasar!!!
Las primeras 2 noches me concentré, esperé…atendía con ansiedad que por fin pudiese “entrar”… entre desesperación, espera, miedo a no lograr el objetivo, temor a defraudar las expectativas de Alberto, Elmer y todos los compañeros que me estuvieron muy cerca y me animaron cada día y cada momento (que agradeceré y recordaré para toda mi larga vida!) me quedé como siempre a un paso de mi.
Entones, la tercera noche, en la que había decido fuera mi última toma, quise ponerme el alma en paz. Me convencí que a lo mejor no era mi momento. Que probablemente todavía no estaba lista para superar mis bloqueos. Decidí aceptar con mucha tranquilidad lo que habría pasado…y, también, lo que, a lo mejor, no habría ocurrido.
Y esa fue la clave. La clave para abrir la puerta y pasar, atravesar, penetrar, fluir en lo que fue, hasta ahora, la experiencia más reveladora de mi vida. un viaje en lo más profundo de mí.
Ha sido una experiencia liberatoria y placentera, en unos momentos me parecía que el alma se me fuera, pero no era el alma si no mis miedos, mis inseguridades, mis fobias que salían de mi para dejar el paso al amor y a la paz que me iban llenando el alma.
Una paz que se transformó en felicidad pura que saboreé a lo largo de toda la noche, horas de amor hacía mí, la vida y los compañeros, una energía y una conexión que vibraba por todas partes, que yo transmitía y recibía. Sensaciones, puras sensaciones. Una noche magnifica. Tenía que custodiar toda la energía que percibía…la respiré profundamente y me llené de ella. Quise llenar cada una de mis células para llevarla conmigo también después de esa noche.
Hice las que yo llamo “fotografías mentales” de lo que veía y sentía para no olvidar nunca. Y nunca olvidaré.
Es utópico esperar poder explicar la magia que se creó, pero cada uno de nosotros tendría que tener la oportunidad de poderlo vivir.
Me doy cuenta que el camino hacia la “sanación» acaba de empezar…hay mucho trabajo por delante…pero soy consciente ahora que ya ha comenzado y tengo toda la intención seguir en este viaje…
Por fin el silencio. Por fin Antonella.
Bienvenida otra vez.
Gracias
ESTARÉ EN LA CONFERENCIA DE AYAHUASCA INTERNACIONAL EN BARCELONA EL 15 DE JUNIO PARA CONTAR MÁS DETALLES DE MI PROCESO Y EXPERIENCIA CON AYAHUASCA Y PSICOTERAPIA.
