ENCUENTROS TRANSFORMADORES DE PERSONAS QUE ESTÁN DECIDIDAS A CAMBIAR DESDE ADENTRO
“Un retiro no es un aislamiento, sino más bien un acercamiento a uno mismo”
Se asocia la palabra RETIRO con tomar distancia; con dejar de trabajar; con salir de la rutina; con unas vacaciones reflexivas… Pero su significado es mucho más profundo y lo podríamos entender mejor si nos hiciéramos conscientes de que en realidad lo que tenemos es una necesidad de hacer una pausa para acceder a algo nuevo; un paréntesis, que más allá de limitar la experiencia a los días del retiro, en exclusiva, la incorpora y extiende a la realidad diaria; un tiempo para respirar reveladoras aclaraciones acerca de quiénes somos , para poder después incorporarlas a nuestras vidas.
Vivimos dentro de un contexto que nos condiciona diariamente a ser de una determinada manera. Cuando nos alejamos de ese entorno cotidiano y nos adentramos en otro ámbito donde hay gente como nosotros que han elegido por sí mismos ser ellos, aunque sea por unos pocos días, ocurre un fenómeno social a pequeña escala: los individuos que conforman ese pequeño experimento se dan cuenta de que es posible compartir muchos momentos de sinceridad y autenticidad con otras personas. Esta experiencia crea una impronta saludable en los participantes, ya que se dan cuenta de que es posible dejar de modificarse, de adaptarse; de que se puede ser honesto con uno mismo y con los otros. En definitiva, se dan cuenta de que la vida se puede convertir en una fiesta cuando ya no es necesario mentir, satisfacer, complacer o tener que ser de alguna determinada manera.
Estos retiros, que pueden ser de entre 2 y 11 días, son una convivencia terapéutica que representa una experiencia transcendente para quienes la viven entregados a todo lo que ocurre y les ocurre. Tenemos comprobado que, más allá de las relaciones naturales que se crean desde el primer instante, a partir del tercer día se produce un suceso espontáneo y mágico; hablamos de los profundos vínculos que se crean tanto entre los participantes, como con los facilitadores que dirigen el retiro. La importancia de este misterioso“vínculo” es que hemos descubierto que es un acelerador determinate en los procesos de las personas ya que las que lleva a unos niveles de profundización que jamás uno podría imaginarse. Y precisamente es esta constatación la que nos inspiró a crear una propuesta alternativa de retiros de hasta 11 días para aquellas personas que necesitaban o deseaban más tiempo para el desarrollo de su trabajo interior. Sin duda, el factor permanencia y presencia dentro de este contexto nuevo y diferente es lo que permite hacer un trabajo de evolución paulatina y creciente en las personas.
La experiencia vivida durante los retiros se revierte en una convivencia terapéutica, absolutamente espontanea, fresca y sorprendente. El común propósito de sanación que tienen las personas que comparten este espacio juntos, genera una autenticidad en la expresión humana que hace que los comportamientos se tornen naturales y sin juicios. Una especie de catarsis del ser interno que al vivirse en grupo se visualiza como si fuera un “gran hermano” o un “reality televisivo” pero sin cámaras que filmen. A todos los participantes les ocurre algo tan importante, Independientemente de las actividades que realicen o de las sustancias que tomen, que difícilmente al regresar a sus dinámicas diarias éstas sigan siendo las mismas. La transformación interna que experimentan durante los retiros se refleja en inminentes cambios externos en sus vidas.
Hace más de 10 años, decidimos hacer retiros en la selva porque nos dimos cuenta de que el conocimiento de las plantas chamánicas en su hábitat natural potenciaba la compresión del proceso de evolución interior. Al principio empezamos con viajes de 5, 6, 8 días, pero vimos que no era suficiente tiempo. Los viajes siguientes probamos con 2 semanas largas, en este caso resultó excesivo. Tras barajar todas las variables, finalmente determinamos que 11 días era el perfecto tiempo para la perfecta experiencia que deseábamos ofrecer (la cantidad adecuada para lo que buscábamos). Y de esta manera nació el formato de retiro de 11 días, que dio a luz en la selva, pero que actualmente se ha extendido por toda Europa. Incluso contamos con un retiro de sorpresivo éxito que se celebra en varios países del 23 de diciembre al 12 de enero (época navideña), porque mucha gente quiere salir de lo habitual para darse el lujo de compartir esas fechas tan significativas con gente diferente, que no conoce de nada, pero que laten en la misma frecuencia. Y también lo organizamos en épocas vacacionales.
El retiro está concebido como un organismo vivo donde cada uno es parte esencial de un todo, y ese todo se genera a través de la convivencia del grupo en un mismo espacio residencial donde se comparten los momentos de comida, actividades y ceremonias. Durante las jornadas se organizan diferentes talleres: yoga y meditación, terapias sistémicas conjuntas, video fórum, charlas informales o paseos de contacto con la naturaleza. Alternativamente, se ofrecen sesiones de Bufo Alvarius o Kambó, sustancias naturales que provienen del veneno de ranas y sapos de la selva y del desierto que se transforman en energías sanadoras al entrar en contacto con el cuerpo humano, ampliando la consciencia y fortaleciendo el organismo de manera sorprendente. Otras de las dinámicas son de estimulación sensorial, y en ellas podemos danzar, reír, cantar o tocar instrumentos. Pero también hay un tiempo para el llanto cuando se evoca a la esencia inocente del ser en las integraciones psicoterapéuticas, y ese es el tiempo de mirar nuestras heridas con la intención de sanarlas. Todos estos momentos del día sirven para abrirnos, compartir e irse preparando para la ceremonia nocturna. Es entonces donde se da la opción a las personas que lo deseen a tomar ayahuasca y así realizar un proceso de purificación física, desbloqueo emocional y conexión espiritual.
En estos retiros surgen amistades sinceras, encuentros profundos; aparecen respuestas, descubrimientos muy importantes acerca de cómo nos relacionamos; se inician procesos de sanación, desbloqueo de emociones que trababan nuestra evolución; y también ocurren auténticos renacimientos. Muchas personas vienen con la intención de poner punto final a los insoportables patrones de vida que les hacen sufrir y poder llevarse consigo las ideas vitales que les permitan reconstruir un nuevo y satisfactorio modelo creado por su propio maestro interno. Somos conscientes de que tras un retiro cada persona va a seguir con su vida, por eso es importante que lo que se lleve de la experiencia sean valores activos y una proceso integrado que le sirva de guía para la toma de sus próximas decisiones.
Nosotros nos dedicamos a proporcionar las condiciones para que todos estos fenómenos, y otros muchos más, ocurran en un retiro.
Alberto José Varela.
PRÓXIMOS RETIROS DE 11 DÍAS EN SUIZA, HOLANDA, ALEMANIA, ITALIA, ESPAÑA Y EN LA SELVA COLOMBIANA
TAMBIÉN RETIROS DE 2 A 4 DÍAS EN MÁS DE 20 PAÍSES.
Pd. Nosotros no tenemos comunas en donde convivamos de manera permanente y en donde mantengamos un determinado modelo de vida, porque precisamente sentimos que la vida hay que disfrutarla en sociedad. No somos partidarios del aislamiento y el distanciamiento con los otros.
En retiros de 11 días hay facilitadores estables que acompañan durante todo el retiro, pero hay otro grupo de facilitadores que son renovados el sexto día con el fin de introducir nuevos enfoques y dinámicas, y por el hecho de que se necesita tener dos grupos de facilitadores por el desgaste que se genera al tener que sostener la energía de todo el grupo de personas, sobre todo durante las terapias y sesiones de medicinas naturales.
