SALIR DEL JUEGO DE LA INCONSCIENCIA PARA CREAR EL PROPIO JUEGO CONSCIENTE.
La percepción y descripción de un psicólogo y psicoterapeuta sobre el significado de Evolución Interior
La humanidad entera se encuentra inmersa en un proceso imparable de evolución, los retiros de evolución interior son aceleradores de este proceso, y alcanza su punto culminante en la consecución en los mazazos que eclosionan el cascarón de la falsa identidad, resquebrajándolo para que emerja el verdadero ser.
Dentro del contexto formativo de la Escuela Consciente, el propio contenido que se aprende se encuentra potencialmente oculto dentro de la persona, el alumno es aprendiz y maestro a la vez, en esta reconexión con la consciencia te conectas con el propósito de la evolución de la especie y con la tarea heroica y divina de tu alma; en caso de estar conectado con tu condicionamiento estás apartado en una esquina fría de la existencia mendigando por conseguir una plenitud que solo es posible a través de una entrega total, muchas personas se sienten perdidas y recuperan su brújula interna al tomar consciencia de que estaban tratando de completar algo que no eran ellos.
Castaneda comparó el ego con un mono que quedaba atrapado en la trampa de comida que le ponía el cazador, el mono metía la mano en el recipiente para coger la comida pero al intentar sacarlo quedaba atrapado debido a la talla del recipiente que permitía meter la mano vacía pero no permitía sacarla llena, el primate solo tenía que soltar la comida para escapar pero prefería aferrarse a ella y ser atrapado, así el ego se aferra a lo conocido antes que dar el salto hacia lo desconocido.
La evolución interior no sigue un curso temporal lineal, sino cuántico, se trata de la toma de consciencia de la identidad verdadera y su potencial infinito, al desidentificarse de la mente, ya no energetizas el proceso del pensamiento que queda interrumpido momentáneamente y en esa discontinuidad caes hacia un estado de no-mente donde fluye un río subterráneo evolutivo de consciencia cósmica que inmediatamente te arroja una verdad firme sobre ti mismo y la existencia.
La enfermedad solo es el aferramiento a la crisálida anterior, a la fase evolutiva precedente, no se trata de una cualidad mórbida sino de un síndrome de aferramiento a lo conocido, hacia unos patrones de supervivencia que ya cumplieron su función en el pasado y ahora están obsoletos, el único modo de evolucionar es tomando consciencia del nivel y el momento en el que me encuentro, en el reconocimiento de la“totalidad”de los fenómenos sin agregar nada.
El crecimiento es en espiral, se refina constantemente expandiéndose y consolidándose para replegarse y expandirse con más fuerza.
Esto que expongo a continuación es de Alberto Varela, pero está mezclado con palabras mías ya que no lo recuerdo textual, me resonó muy adentro y te invito a que reflexiones sobre este asunto transformador:
“La Evolución Interior da un sentido absoluto a la vida y de pertenencia a un plan cósmico en el que colaboramos como soldados necesarios de la consciencia que quiere sentir, pues la consciencia necesita la materia para sentir y así decodificar esa información de nuestras experiencias para crear modelos nuevos de vida e ilusión. Una vez que la ficha se da cuenta del juego en el que está metida puede elegir ser creadora de su propio juego, utilizando la consciencia para crear un nuevo modelo de vida en la que se puede vivir mucho mejor. Pero esto sucede por lo general después del jaque mate. Es necesario un final antes de un renacimiento.”
La conexión con el corazón es la antesala de la consciencia, a través de las fibras cardíacas de la emoción llegamos al punto exacto en el que nos encontramos dentro de nuestro proceso de evolución, una vez allí la apertura de la consciencia otorga una nueva percepción de la realidad que es la que produce la evolución, como ha comprobado la física cuántica es el observador el que crea la realidad.
La evolución interior no es una adaptación al entorno exterior en sentido darwinista, no se trata de una lucha de supervivencia, sino de una rendición incondicional que aporta al individuo una confianza y poder plenos.
También quiero agregar que la evolución interior no es un movimiento unidireccional hacia la luz sino un movimiento simultáneo bidireccional que emerge desde el centro, incluso omnidireccional, hacia abajo y hacia arriba, hacia la oscuridad y hacia la luz, hacia la profundidad y hacia las cumbres más elevadas, pues una evolución unidireccional hacia la luz sería una deformación del ser, una mutación de la consciencia.
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Sergio Sanz Navarro
