AL VER TODO LO QUE OCURRE ADENTRO DEL BUSCADOR SURGE UNA PROFUNDA COMPASIÓN.
10 y 11 de agosto celebración a los ciegos espirituales que han decidido no ver.
Todos los que estamos en un camino espiritual, de sanación, de transcendencia o de transformación, estamos yendo hacia un punto de inflexión en donde ya nada ni nadie nos podrá ayudar. Llegar a ese punto es toda una proeza, pero hay que atravesar un río caudaloso y peligroso. Por el momento estamos transitando ese camino a través de algún método, técnica o acompañamiento de algún guía. Todo lo que nos está haciendo posible atravesar este río es de utilidad transitoria y limitada. El medio que nos conduce hacia lo que tanto buscamos representa la mayor dificultad en el proceso de liberación. Es algo que necesitamos comprender para que podamos llegar a ese maravilloso punto con éxito.
EL MEDIO ES EL MEDIO, NO ES EL FIN
El proceso de búsqueda podemos definirlo como un trayecto que tiene una travesía. El puente que nos lleva al otro lado puede convertirse en un estado permanente, una estación de la que no podremos liberarnos; puede acabar siendo un lugar definitivo cuando es un lugar para transitar, y de esta manera quedarnos varados en el proceso sin poder avanzar. El puente es un lugar de paso no para construir una casa y para quedarnos a vivir allí.
Nos podemos quedar adictos a las técnicas, al método, al maestro, al medio por el cual hemos podido avanzar. El medio es solo un medio, no es el fin. Nos podemos volver dependientes de la efectividad de una técnica, podemos acabar como esclavos de la eficacia de un método o del amor a un maestro, y en ese vínculo adictivo perdernos la posibilidad de llegar al otro lado.
El amor, la meditación, el yoga, el tantra, las experiencias visionarias enteógenas, son puentes que nos llevan hacia el misterio pero que no nos pueden meter en él; sólo nos acercan, nos ayudan a aproximarnos, a ponernos en el punto desde donde habrá que dar el salto, pero las herramientas y las técnicas no pueden dar el salto por nosotros.
Si no podemos abandonar el medio que nos acercó a la otra orilla nos quedaremos en la entrada de la puerta, pero no la atravesaremos; haber llegado a la puerta no significa haber entrado, estar en el umbral mismo del misterio no es haber entrado al templo.
Todo método debe ser olvidado y abandonado en ese momento, justo a tiempo, ni antes ni después, porque si se conserva algún tipo de vínculo o dependencia externa no se podrá llegar a donde nuestra alma quiere.
Buda hablo acerca de este tema, él dijo que cada método es como una balsa o como un bote, lo puedes usar para cruzar el río, para ir a la otra orilla, pero luego debes dejarlo allí, olvidarlo, abandonarlo para seguir por tu camino. Incluso yo sugiero que el bote sea quemado en un fuego de despedida, para que nunca más pueda ser usado.
La mayoría de las personas que utilizan un método se quedan atrapadas en él, se vuelven adictas a las técnicas, a los medios, adictos a una terapia, a una medicina, a una filosofía, a una religión o a un maestro; adictos a algo externo que les da seguridad y les permite continuar en la comodidad de la pasividad y de la indiferencia. Y muchas otras personas se bajan de la balsa antes de llegar a la otra orilla ahogandose en la profundidad de la vida y de las complejas situaciones que se les presentan; bajarse del bote antes de tiempo es dejar el método antes de que te haya puesto en el punto justo desde donde puedes dar el salto. El autoengaño nos hace una mala jugada cuando nos creemos haber llegado a la otra orilla, cuando en realidad ni siquiera hemos cruzado el río.
Me remito a las palabras del sufí Janai, que escribió con precisión en el libro EL JARDÍN AMURALLADO DE LA VERDAD, esta situación que estoy describiendo:
“Me temo que la ignorancia y la estupidez nos pueda dejar varado en el puente”
La ignorancia y la estupidez juntas suenan a adormecimiento o distracción, o como bien dijo también Sanai: “Estar ciegos ante lo evidente”.
La vida y las circunstancias nos está mostrando de tantas maneras el camino, pero al no querer verlo nos convertimos en estúpidos e ignorantes, dicho de otra manera: seres voluntariamente inconscientes que deciden respetar su condicionamiento, que optan por no rendirse y seguir resistiéndose a la transformación, personas que no han podido abandonar la dependencia a la lealtad hacia su propia baja estima. Y cuando no se supera la dependencia a la no valoración de uno mismo, se produce otra adicción al método en el que creen que van a sanarse, pero como el método tampoco les da lo que pretenden, entonces entran en decepción antes de llegar a la otra orilla.
Abandonar el método antes de tiempo es adicción al pasado, al inconsciente suicida, a la desconfianza; no abandonar el método cuando te ha llevado a la otra orilla es adicción a la comodidad, a lo conocido y a lo seguro. Ni ante ni después, es un momento exacto.
EL PODER DEL NO-MÉTODO
Es precioso estar dentro de un método que desde el principio te anuncia: “No te acompañaré para siempre” “Yo no te voy a sanar ni hacer que alcances la trascendencia” “No tengo el poder de transformar tu vida” “No puedo hacer por ti lo que sólo puedes hacer tu”
El método que he creado tiene estas particulares características de un no-método, por eso afirmo que mi método NO FUNCIONA, para que te comiences a liberar de él antes de comenzar a transitarlo, me gusta apoyar desde el comienzo la libertad de toda adicción. Pero también puedo asegurarte de que, si no te entregas a este método o a cualquier otra balsa que te acerque al misterio, no podrás llegar a ninguna parte, te quedarás perdido en algún punto del camino. Sin rendición y sin entrega nada es posible en este camino del despertar. Y aunque quedarte varado también puede tener solución más adelante, si ahora mismo lo puedes ver, tu dirección apuntará directamente a ese punto final, serás consciente de lo que ya has transitado y te centrarás en el camino que todavía te queda por recorrer para llegarás hasta ese punto de inflexión desde donde podrás dar el salto tú y por ti; o mejor dicho para dejarte a ti y la mentira que representas para siempre y renacer a lo que realmente eres.
Recuperar la vista para ver lo que hay ante nosotros es el desafío al que nos estamos enfrentando millones de personas de todo el mundo. Por esta razón el día sábado 10 de agosto de 2019 voy a festejar mi cumpleaños número 59 en una casa de Marbella junto al mar mediterráneo, para celebrar una cena en honor a la ceguera y a todos los que están ciegos, estén o no presentes, sean o no conscientes de su ceguera, porque siento que el trabajo que hacen los que están espiritualmente ciegos es admirable, un auténtico milagro que me produce admiración ¿Cómo poder mantener una ceguera interna tan aguda ante una manifestación de la verdad tan obvia y contundente que nos está ofreciendo la consciencia? Es una obra de ingeniería que merece una celebración.
El poder del inconsciente domina a la mayoría de seres humanos con las gafas que les ha puesto para no ver la verdad. El festejo a este falso poder es una manera de confrontar a la mentira, reconociendo que es muy poderosa, pero que ya no puede ser más sostenida por el tremendo poder que se desprende con la llegada del misterio.
Alberto Varela