LAS MUJERES IRRUMPEN EN EL TRABAJO PSICOTERAPÉUTICO CON LA AYAHUASCA.
Dentro de la organización Ayahuasca Internacional e Inner mastery, damos prioridad a la participación activa de mujeres, basados en el reconocimiento de la fuerza, perseverancia, sensibilidad y calidez que emana de su naturaleza. Eso no suprime la posibilidad de que también haya hombres, pero queremos que el motor energético esté sostenido por mujeres.
Nos escribe Mique, una participante MUJER que asistió a nuestro retiro de evolución interior en Marbella, en noviembre del 2015 y nos dice:
“¿Que decir? Solo gracias. A Laura, a María, a mis compañeros, a la Ayahuasca y a mí misma que todavía busca un camino para ser feliz, para amar, para seguir en este juego de la vida. Hoy encontré este texto de Jeff Foster que resume lo que acabo de aprender en esta experiencia.”
Cómo ayudar
Tal vez sea momento soltar la idea de “arreglar” a quienes están frente a ti, de dejar de ofrecer respuestas o resolver sus problemas. No eres muy bueno en eso, amigo mío. Tu naturaleza no es la manipulación, sino la presencia; no es la división, sino la totalidad.
Quizás sea tiempo de dejar de pretender que eres la autoridad que todo lo sabe, el maestro infalible, el experto completamente sanado. Incluso con la mejor de las intenciones, podrías estar inconscientemente interfiriendo con el proceso natural de sanación de los demás. Podrías estarles generando una dependencia en ti, distrayéndolos de la profunda confianza en su experiencia de primera mano.
Al tratar de arreglarlos podrías estarles comunicando, “estás estropeado.”
Recuerda, ellos podrían necesitar sentirse peor antes de empezar a sentirse mejor. Podrían necesitar sentir aún más su dolor, antes de abrirse a la verdadera fuente de sanación. Puede que necesiten morir a lo que creían ser, antes de que puedan vivir de verdad.
Así que relájate. Respira. Sal de todo el drama. Reconoce tu deseo de cambiar o arreglar o incluso calmar a los demás. Ahora, simplemente escucha sin juzgar y trata de comprender en dónde están en este momento.
Ponte en sus zapatos. Mira claramente quién y qué está frente a ti.
Tal vez la mayor ayuda que puedas ofrecer en esos momentos es tu claridad y tu atención libre de prejuicios, tu interés, tu comprensión, tu curiosidad.
Transmite eso, sé esa presencia, ofrece esa apertura. Mantente completamente abierto a las soluciones que aún no han nacido. Sé la intención silenciosa – y las palabras, acciones, intervenciones, decisiones correctas, llegarán sin esfuerzo.
Santifica su momento quedándote ahí. Refleja su propia capacidad de estar presentes. Confía en el ancestral misterio de la sanación.
Quizás la verdadera medicina pueda emerger cuando ‘tú’ dejes de interponerte en el camino.
Sí, las drogas y los buenos consejos pueden aletargar o incluso eliminar los síntomas, pero la invitación a una sanación espiritual mucho más profunda podría estar ansiosa por salir a la superficie.