UN SUFÍ SÓLO PUEDE SEGUIR A SU CORAZÓN:

El buscador espiritual que lo apuesta todo al amor.

Prepárate para oír la mejor de las noticias de tu vida: ¡Somos el gran tesoro de la creación, somos la celebración de la divinidad, nos merecemos lo mejor de lo mejor! Cuando recuperamos la dignidad que emerge de recordar lo que somos, comprobamos con nuestra propia consciencia que el amor es nuestra esencia y que el camino hacia el florecimiento es la confianza.

Un sufí es un discípulo que está buscando recuperar la confianza a través del amor a un maestro.

Así como la divinidad es la energía de Dios, la maestría es la energía del maestro, la creación es la energía del creador, y la confianza es la energía del discípulo.   A través de la confianza el sufí accede al amor del maestro, al poder de la creación y a dicha de la divinidad.

UN VIAJE HACIA ADENTRO:

Para conocer cualquier lugar del mundo tienes que emprender un viaje y atravesar un determinado camino, para conocer tu propia alma sólo es necesario abrir la puerta del corazón. Parece un viaje muy largo y tedioso entrar adentro de nosotros mismos porque hemos construido un laberinto protector que nos defiende de la entrada de lo externo; pero el problema es que después de construir ese impenetrable muro nos hemos quedado afuera, en manos de los otros y sus proyecciones, cautivos de sus conclusiones acerca de nosotros, no pudiéndonos escapar de la creencia que creamos por sus palabras y miradas.  Por ello, cuando emprendemos ese camino hacia la reconquista de nuestra alma nos cuesta tanto entrar al corazón, parece que tuviéramos que hacer un camino laberíntico y muy complicado hacia nuestro ser, cuando en verdad ya estamos ahí, pero lo hemos olvidado.

El camino del corazón es el camino sufí, un camino de regreso a nuestra esencia bondadosa, divina y amorosa…

LA RELACIÓN CON EL MAESTRO:

Para realizar el camino de reencuentro con nuestra esencia, por lo general buscamos uno o varios maestros que nos guíe, antiguamente solo se tenía un maestro como guía, ahora es costumbre que la gente que busca la espiritualidad tenga muchos maestros, pero en general casi ningún discípulo está perdidamente enamorado de ninguno de ellos, y quizá eso responda el porqué el avance en el camino es lento, dudoso, o incierto para la mayoría de personas que buscan su sanación o transformación; porque el camino hacia el corazón se transita desde el amor al maestro.   Estamos en una época que somos seguidores en redes sociales, somos fans de páginas y personajes, que leemos y oímos como admiradores a los que reconocemos como sabios, pero no nos abrimos a amar. Se conserva una distancia, se mantiene una cierta lejanía, se toman medidas preventivas para que nada ni nadie entre adentro del corazón.

Un auténtico maestro es aquel que comprende esta situación y por tanto nos guía hacia la maduración de nuestro amor a través de un vínculo. El maestro es el amado, el discípulo es el amante, y el vinculo que construyen es el amor.  Ese es el puente y el camino hacia el corazón: EL AMOR. Cuando maestro y discípulo se comunican, se despierta la confianza que estaba dormida para crear un vínculo de unión que les transformará en una comunión (común unión), eso es la UNIÓN MISTICA, lo que el sufismo define como el camino del amor.

EL CAMINO HACIA ÉL:

La 11 premisas del método que he creado están basadas en gran medida en el sufismo. De hecho la primer premisa dice:  ¡ESTE MÉTODO NO FUNCIONA!.  Porque para la llegada del amor, del misterio y de la transformación interna nada puede funcionar.   Uno de los más importantes referentes maestros sufíes, el poeta Hakim Sanai escribió: “Tratamos de razonar nuestro camino hacia él, pero NO FUNCIONÓ.  La razón nos llevó hasta la puerta, pero fue su PRESENCIA la que nos hizo ENTRAR.

El amor, el corazón, el misterio, no es una meta u objetivo, es una realidad intrínseca, por tanto si queremos llegar allí transitaremos por un camino que tiene un punto de inflexión, cuando llegas a la puerta ya no se puede continuar, porque no se llega a ÉL;  es el momento de abandonar la razón, de dejar atrás el pasado, de soltar el control y de tirar por la borda toda la carga de conclusiones a las que hayamos llegado durante toda la vida, porque al corazón no se puede entrar con nada que no sea inherente al ser puro, limpio, inmaculado.

Nada racional tiene la posibilidad de funcionar a la hora de encontrarnos con el misterio, porque todo lo que pertenece al misterio de la vida es irracional, y todo lo que le da sentido a la vida proviene de la entrega a lo irracional. Por ello Hakim Sanai escribió en esa primer página del libro <El jardín amurallado de la verdad> esta profunda verdad:

“En el momento en que nos RENDIMOS, ningún obstáculo quedó” 

Es el texto en el que se basa el primero de los nueve módulos formativos de la Escuela Consciente: LA RENDICIÓN.

Rendirnos, entregarnos, ponernos a disposición, abrir el corazón, dejar de buscar, parar toda acción para recibir, silenciar nuestra mente para escuchar o sencillamente… ¡CONFIAR!.  Una sola palabra de tremendo poder, un verbo divino que es utilizado en nuestra Escuela Consciente como PALABRA ENTEÓGENA, que tiene el poder de transformar desde adentro, que guía hacia la comprensión de lo que somos y de todo lo que vivimos para recuperar la armonía y reconciliarnos con el mundo, con los otros, con la existencia.

Esta es la experiencia mística: si alguien confía en ti, surge el amor; hacia ti y hacia quien confía en ti. Este es el camino espiritual: si alguien te ama, surge la confianza; hacia ti y hacia quien te ama.

Este es el camino Sufí. El que estoy enseñando en todo el mundo a través de la Escuela Consciente: EL AMOR A TRAVÉS DE LA CONFIANZA Y LA CONFIANZA A TRAVÉS DEL AMOR.

Alberto Varela

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Próximamente Alberto Varela visitará Israel, Turquía y Japón llevando estas enseñanzas con la Escuela Consciente que se expande en este año 2019 justamente por los países en donde nacieron las escuelas místicas en donde está enraizado una parte del Método Evolución Interior. Este MÉTODO está recorriendo todo el mundo con sorprendente aceptación de personas de todas las religiones, credos, culturas y filosofías. Es el esperanto de la espiritualidad, porque reúne y unifica sin excluir; todas las escuelas místicas de la historia tiene cabida en el corazón de un sufí.