MÁS ALLÁ DE LAS DIFERENCIAS Y MALOS ENTENDIDOS ESTÁ EL RESPETO POR LO QUE SOMOS.
“Gracias Andrés Córdoba por tu voz y por ser tú mismo, incluso en lo que dices en contra de mí”.
Dedico este escrito a maravilloso cantante colombiano Andrés Córdoba, que ha inundado con sus canciones las miles de tomas de Ayahuasca que he organizado, que nos ha inspirado divinamente con sus letras, y que además demuestra tener un don de líder y un poder muy especial en el manejo de la palabra, no solo cantada sino además hablada como lo demuestra en el vídeo que habla de mí y de la organización que he fundado. Lamento mucho no conocerle, pero hace poco le dije a mi amigo Darwin Grajales que lo invitara a hacer una gira por Europa con nosotros para cantar y dar Yagé a la gente que le escucha, pero no le conoce.
Hace más de 10 años escuché por primera vez a Andrés Córdoba, fueron canciones que me trajo grabada mi hijo Elián de Colombia, inmediatamente me emocioné y conmoví por lo que estaba oyendo, entonces gravé en mi ordenador la carpeta con el nombre de VOZ DE PODER, para definir las canciones de este maravilloso cantante colombiano.
Llevo ciento de sesiones con Ayahuasca utilizando las canciones de Andrés Córdoba para inspirar a los participantes a que se conecten con su poder interior, la voz de quien canta es fundamental para la guía en los procesos. Eso también me inspiró a mí a comenzar a cantar con mi guitarra y componer canciones.
Hace unos días, mientras estaba escuchando una de sus canciones, recibí la noticia del comunicado que ha grabado en vídeo haciendo una serie de denuncias hacia mí y hacia Ayahuasca Internacional (el movimiento que he fundado hace varios años), mientras oía sus declaraciones me imaginaba que maravilla sería que pudiera cantar todo eso que dice sobre mí, aunque sea en mi contra, pero suena tan seguro todo lo que dice que es en sí mismo un gran guion para cantar. Incluso si compusiera una canción seguramente el mensaje que quiere dar y denunciar llegaría a mucha más gente que ese vídeo.
En el vídeo dice que soy argentino, que exploto a los indígenas, que no estoy autorizado por chamanes para usar la Ayahuasca o Yagé, y que no ayudo económicamente a los taitas o chamanes dueños de estas medicinas chamánicas, que he cometido abusos, entre tantas otras cosas que se denuncian. Pero no estoy dispuesto a defenderme ni a atacar a quien me ataca. Sencillamente no puedo, y no voy a entrar en este juego de lucha de poder, sino más bien en el juego del RECONOCIMIENTO.
Muchos de mis colaboradores me pidieron que aclaráramos esta confusión y mal entendido confiando en que esta situación se pueda revertir y utilizar para sanar viejas y dolorosas heridas. Lamentablemente no puedo aclarar nada porque no me siento herido, si así fuera me interesaría mucho aclarar todo lo que se dice, pero no me nace la intención pues no siento ningún dolor ni injusticia, lo único que siento es la necesidad de dar las gracias a Andrés Córdoba, no tengo ningún otro lugar en mi corazón que para agradecer y RECONOCER el importante lugar que ha ocupado con su música y letras en mi desarrollo interior.
A raíz de la inmensa cantidad de lectores que tiene este blog, consideré interesante exponer abiertamente el conflicto que hay dentro del mundo chamánico, ya que mucha gente me escribe y quieren saber qué ocurre. Me parece sano que se puedan ver las luchas de poder, los resentimientos innecesarios y los problemas que se producen entre personas que ni siquiera se conocen, como es el caso de Andrés Córdoba conmigo. Si tuviera una sola foto con él la hubiera puesto, pero nunca he estado ni hablado por teléfono o email con Andrés.
Por lo general los chismes, las interpretaciones, las ideas preconcebidas y los comentarios infundados producen malos entendidos. Deseo de corazón que se diluyan e incluso que se disuelvan. Siento que Andrés Cordoba ha sido el mismo en lo que ha dicho y hecho, y eso también lo respeto. Solo puedo asegurar que estoy siendo yo mismo en aquello que hago, y que siento tanto respeto como gratitud por todos los que me han apoyado, enseñado, inspirado y guiado en este camino tan precioso de sanación y realización personal.
Alberto José Varela.