Una llamada a la reflexión a los adictos a hablar mal
En este momento de expansión de la Ayahuasca por el mundo, se hace propicio todo tipo de comentarios y críticas, en el fondo la ayahuasca es una excusa para muchos que necesitan hablar mal.
Se ha comprobado que todos los que critican a la ayahuasca y a los que la toman, son personas que NO HAN PROBADO AUN LA EXPERIENCIA. Es decir que todo lo que dicen es desde la inexperiencia, o en el peor de los casos basados en lo que se dice por ahí. Los que han tenido la experiencia y no lo recomiendan (que son muy pocos) es porque ellos han tenido una experiencia negativa, como cualquier otra persona que va a meditar o un psicoterapeuta y se da cuenta que no es lo que buscaba; pero eso no supone que todas las personas vayan a sacar la misma conclusión. Es obvio que la generalización no es admisible en ningún caso.
También hay que reconocer que la necesidad humana de hablar mal de otros, y sobre todo si no se les conoce directamente, es patético; también se acostumbra a comentar, opinar y meter miedo apareciendo como ángeles protectores que anuncian: “TENER CUIDADO CON ESO” “OJO QUE ES PELIGROSO” como si el resto de personas fuéramos ignorantes o niños inmaduros que hay que decirles todo tipo de recomendaciones para evitar peligros. ¿Porqué meter miedo y desconfianza? ¿Cuál es el origen de toda crítica?
Estamos ante personas que proyectan su experiencia personal a todo el mundo. Me refiero a su experiencia de vida en el pasado. Si a alguien se le ha metido miedo y desconfianza, se a dedicar a eso durante su vida; eso es lo que recibió y eso es lo que puede dar. Cuando la experiencia de vida de un individuo no ha sido satisfactoria, o ha sido con carencias o traumática, necesita descargar el enfado y la consecuente idea que ha creado de los otros, del mundo, o de la vida. De ahí viene gran parte de la crítica, y de la necesidad más o menos inconsciente de destruir. Las personas no son más o menos malas sino que han tenido diferentes vivencias y las han procesado de diferentes maneras.
El 99 % de tomadores de ayahuasca están dando testimonio de los maravillosos resultados que han obtenido. Nosotros los publicamos en nuestras más de 40 páginas en redes sociales y website en 9 idiomas, pero nunca hemos entrado en ninguna otra página para criticar, juzgar o discutir, pues respetamos lo que cada uno hace y cómo lo hace, no necesitamos criticar ni hablar mal de nadie. Además la esencia de las redes sociales es compartir situaciones, eventos, fotos, textos, información… no es un foro de críticas. El fondo de una red social es agrupar gente afín, es conocernos más y mejor, estar más cerca; bajo esa premisa nos reservamos el derecho de bloquear a usuarios que necesitan detractar, meter miedo o desconfianza, hablar mal, criticar sin fundamento real, etc.
A todos ellos les sugerimos que creen una página de crítica y que busquen sus fans. Incluso pueden tener miles de seguidores, pero aquí podrían dejar tranquilos a los seguidores que buscan información y que tienen el derecho de recibirla sin interferencias externas subjetivas. Las personas buscan información real, testimonial, no interpretaciones y mucho menos chismes, para tomar la decisión de tomar o no ayahuasca. No estamos ofreciendo una ideología para que opinen o digan si están o no de acuerdo, sino información real acerca de una experiencia que está ayudando a miles de personas.
Para quienes quieran sanar la necesidad de criticar, hablar mal, destruir a otros, o manifestar agresivamente todo en lo que no están de acuerdo, les sugerimos que se observen en lo más profundo, si una persona NO ha resuelto la necesidad de proyectar su ira o sus malestares internos; lo sacará y expresará fuera a modo de drenaje de esa energía, y lo hará de la manera más práctica, fácil y económica: hablando mal de otros. Y esto no solo se aplica a personas que no han tomado ayahuasca, sino sobre todo a muchos ayahuasqueros que vienen tomando ayahuasca durante muchos años, de los que se supone deberían haber superado el resentimiento, pero que aun no han sanado las heridas del pasado y que aun les producen dolor, comparación, sentimiento de inferioridad y sobre todo ganas de destruir y condenar a quienes son diferentes, a quienes lo hacen de otra manera, a quienes han llegado más lejos, o a quienes sencillamente no les gusta como son.
El rechazo, el juicio, el abuso, la humillación, la traición, el desprecio… son experiencias traumáticas del pasado, que cuando no se perdonan ni se superan, siguen creando una energía que necesita proyectarse fuera para perpetuarse. Sin darse cuenta estas personas están creando nuevas situaciones parecidas para seguir sintiéndose mal con los otros.
A todos ellos solo quiero decirles una cosa: toda crítica aunque sea destructiva está guiada por el amor. Proviene de una necesidad de sanción, e indica que la persona que la practica está en una búsqueda de perdón. El amor no destruye sino que guía a la persona a sacar lo no sanado para que pueda verse y ver cómo el pasado no resuelto le produce nuevas heridas. Toda proyección es una puerta abierta para la sanación del alma.
No es necesario crear más daño del que ya ha ocurrido en el pasado.
Un periodista insinuó al Dalai Dama: “Han invadido su país, lo han obligado a usted y a muchos a huir a vivir en el exilio, y quienes se han quedado, han muerto o viven en una semiesclavitud. Por supuesto que usted debe odiar a los chinos”. Y el Dalai Lama contestó:”Han invadido mi país. ¿Usted quiere que también invadan y me despojen de mi corazón?”
Quienes proyectan la ira y el disgusto interno en otros, nunca podrán robar el corazón de quienes confían en el amor.
Quienes critican y difaman están haciendo una confesión muy íntima de cómo son y cómo viven. Un poco de compasión y comprensión. (Tema de la segunda parte de este post)
Alberto José Varela