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ES PROBABLE QUE SI LEES ESTE TESTIMONIO NUNCA QUIERAS TOMAR AYAHUASCA. La sanación de raíz y con procesos naturales es dura, dolorosa y muy efectiva.

ESTE ES UN PROCESO DIGNO DE OBSERVACIÓN, SORPRENDENTE Y ESCALOFRIANTE

de cómo en pocos días, un hombre que tenia muchos problemas, pudo saltar hacia la salud y la armonía interior…

Hola A Todos, a continuación paso a redactar mi experiencia vivida en la Selva Putumayo el 12 de Noviembre del 2015.

………Ya eran las 18 horas PM y me estaba preparando para la toma que sería a las 20 horas PM . En estos momentos meditaba de cómo había sido la primera toma en la selva (día anterior) y me daba cuenta que había vomitado, bostezado, tosido, estornudado, defecado y orinado como no se puede uno imaginar. No había tenido ninguna visión, pero eso no me importó porque sentí completamente que la «planta» había trabajado a nivel físico de forma tremenda.

Me acerqué a la maloca, preparé mi agua, manta,  servilletas (muy importante esto último jajaja)  y espere a que el chamán comenzara la ceremonia.

……. Me tome la primera toma de ayahuasca de la noche, me fui a sentarme y me quedé en silencio con toda tranquilidad. A la hora aproximadamente, solo noté un ligero mareo pero nada desagradable entonces acudí a tomar una segunda toma con toda mi alegría.

Al tomar la segunda toma, fue como si un rayo entrara por mi boca y seguidamente a mi cuerpo. Me dio unas ganas de vomitar exageradas y me fui como pude al lado de la maloca y vomité , pero lo que me resulto extraño es que vomité liquido transparente , era agua limpia que había bebido un rato antes. La toma de ayahuasca, por algún motivo que desconozco permaneció dentro de mí y no salió en el vomito. En ese momento creí que ya no haría efecto en mi (iluso de mí) así que me tumbé y me quedé relajado.

No pasaron ni 10 minutos cuando me incorporé y me quedé semi tumbado, era como si algo había tomado el control sobre mi persona, yo no podía hacer nada. Lo veía todo como si un ordenador se estuviera borrando todos los datos, todo azul eléctrico , abrí los ojos y veía a todos como si fueran robots, sus movimientos eran como los robots, sentí miedo y cerré los ojos de inmediato.

A partir de aquí, desde luego algo tomaba mi control, era imposible resistirse y desde luego yo me resistía. Empecé a notar cómo me asfixiaba, lo estaba pasando terriblemente mal, sentía que me moría y mientras mi vida pasaba en imágenes pero de una forma que no se puede explicar en palabras porque mientras pasaban las imágenes, al mismo tiempo sentía las emociones que vivía en cada imagen. Mi alma  trataba salir de mi cuerpo, sentía el infierno, el sufrimiento más grande que existe. No podía más, me moría.

De repente sentí que algo me movía, me trataba de mostrar cosas, y apareció una imagen que ocupaba toda mi visión. Dios Santo, era un TOROIDE, y de repente una voz clara y contundente, al mismo tiempo con todo el amor del mundo me dice:

……. Santiago , como puedes ver, todo está producido por tu mente, así que trata de calmarla porque vamos a empezar ahora mismo en tu transformación, tranquilo porque todo va a ir bien, trata ahora de respirar…  yo me dispuse a respirar y tratar de estar calmado pero me era imposible, vomitaba, salían mocos sin parar, sudaba…. hasta que algo me dijo que solo podía salir de ahí gritando y de repente me vi gritando, gritaba como si la vida se me fuera en ello, y gracias a eso sale de ese momento de asfixia, sale de esa muerte lenta y terrible.

La intensidad bajo muchísimo y pensé que ya se había acabado pero todo lo contrario, la voz me dijo, ahora es tu momento Santiago, no estás aquí por casualidad y has venido a la » llamada de la Selva». Creías que todo lo que te ha estado sucediendo en la vida era al azar? TODO TODO TODO te ha ido sucediendo para prepararte a lo que vas a vivir ahora. De repente me vi rodeado de las personas que son más importantes en mi vida, todas me miraban con un amor tremendo y me decías que no me preocupara, que ellos ya habían pasado por eso en otra vida y que ahora me tocaba a mí. En ese instante apareció Alberto José Varela, estaba firme, con autoridad, en el centro de la maloca, su imagen se cruzaba con un águila. El me miró y sentí que no nos conocíamos de ahora, sino que nos conocimos en otras vidas. Es la planta la que me deja claro que Varela era una pieza más en todo este juego para ayudarme a transcender. Era como si Varela estuviera al servicio de algo muy grande, algo muy por encima de todo.

Sentí como me cargaban a cuestas y me dejaban como en un cuadrilátero porque según me decían, mi transformación iba a ser dura e iba a ser en diferentes fases. Me iban diciendo como tenía que respirar y en qué frecuencia, parecía un parto. Mis huesos me dolían, parecía que se me partía todo el cuerpo, me retorcía por el suelo, gritaba como si fuera un animal luchando por algo superior a su vida. Mi pecho parecía que se resquebrajaba. Nuevamente sentía que me moría, aparecía la voz constantemente, me marcaba las respiraciones, mis gritos no cesaban, vómitos, mocos, babas pero esta vez ya no más defecar ni orinar.

La intensidad bajó de nuevo me pude recostar y antes de un minuto la voz me recuerda que vamos otra vez de nuevo y yo pensaba que la intensidad interior era lo máximo, pero nada que ver, cada paso, el cuadrilátero era más grande y la intensidad en proporción a todo mucho más grande y bestial.

Así ocurrió hasta 5 veces, todo cargado de información infinita difícil de explicar con palabras finitas. En el último round, yo ya era mucho más grande, era una bestia humana, lleno de poder, sin límites…. la planta me dice que soy algo muy grande, que tengo un potencial tremendo, me señala a las estrellas y me dice que yo soy una de ellas y para ello solo me falta traspasar una última puerta…. yo me negaba por completo, creía que si traspasaba la puerta no volvería a ver a mi familia y a todos lo que amo. Con lo cual mi sufrimiento alcanzó un nivel destructivo total, huesos rompiéndose, asfixiándome, más vómitos, mocos, babas, y volvían todos los que amo a mi alrededor y me decían y animaban a que diera el salto, que cruzase la puerta. De repente me lancé al vacío… traspasé la puerta… de repente sentí que me vacié y me orine… Yo ya no estaba en mi cuerpo, me veía desde arriba, me veía tirado en el suelo, sentía frío, estaba lleno de vómitos, babas, orina, etc… En ese momento me sentía liberado, inundado de amor y felicidad.

Sentí una mano en mi pecho, me desperté en el suelo, me preguntaron como estaba, se que las escenas que se podían ver desde fuera eran duras, podían ser desagradables, podían asustar… yo solo pude sonreír… HABÍA VUELTO A NACER

El proceso duro entre 7 y nueve horas, de las cuales 6 fueron sin parar de gritar, rugir….

En las siguientes tomas se siguieron mezclando de limpiezas físicas y vivencias tremendas, como algo me iba diciendo que plantas coger y restregármelas por el cuerpo, como si  de un tigre se tratase me iba a donde estaba la maleza, sin ropa, completamente desnudo a revolcarme por las plantas, ningún insecto ni bicho me daba miedo, todo era como algo natural, normal en mi día  a día.

Cada día se trabajaba algo diferente, la planta me hablaba de eliminar mis programaciones, me hablaba de ser honesto conmigo mismo, me hablaba de que todo era una ilusión y que debía vivir la vida  con amor, que debía vivir escuchando mi voz interior……

Verdaderamente, hay un antes y un después en mi vida.

Atentamente.

SANTIAGO ARCHILLA

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Alberto José Varela

Fundador de empresas y organizaciones; creador de técnicas, métodos y escuelas; autor de varios libros. Estudiante autodidacta, investigador y conferencista internacional, con una experiencia de más de 40 años en la gestión organizacional y los RRHH. Actualmente crece su influencia en el ámbito motivacional, terapéutico y espiritual a raíz del mensaje evolutivo que transmite.

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