AYAHUASCA + BUFO ALVARIUS + ACOMPAÑAMIENTO DESDE EL CORAZÓN
Testimonio de una mujer que hizo su proceso de Evolución Interior junto a su marido, primero con Ayahuasca durante tres lunas y luego la culminación con el sapo Bufo Alvarius
“Hace unos días, durante la meditación, vi este cuadro y sentí que me representaba, que en él estaba codificado mi apasionante viaje a través de la Ayahuasca, el dulce y demoledor golpe del Sapito, vuestro amor y dedicación y también mi vida entera desde el mismo momento de la concepción hasta ese instante en el que me desintegré en el inmenso Vacío del Todo. Y renací, o desperté, ¡qué más da! la que fui ya no está, desapareció en la Nada para no volver. Y no importa, tan solo era una colección de historias. Quedé yo, el infinito abrazando el aquí y el ahora. Al respirar de nuevo surgió un grito desde el fondo de mis entrañas: «¡Soy yo!¡Siempre he sido yo!» Y en ese instante eterno me agarré y acepté el desafío de ser quien soy, quien siempre he sido, quien siempre seré. Ya no necesito de palabras, ni de pensamientos, ni buscarme en los ojos de otros, no necesito venderme, ni comprarme.
Esta aceptación me mantiene en mí, soy una conmigo misma, una con el inmenso vacío que lo contiene todo, el universo entero habita en mi vientre, cabalgo por entre mil mundos a la vez y nada es verdad, nada es mentira, todo es ilusión. ¡Y siento la enorme libertad se saberme una ilusión! ¡no puedo morir, porque en realidad nunca he nacido! y sin embargo estoy viva ¡soy la vida! un suspiro de eternidad suspendido en el aquí y el ahora.
En ese micro instante bendito en el que todo estalló, escogí creer en mí, en mí como mujer, en mí como medicina que las contiene a todas, en mí como dulzura y serenidad, en mí como amor. Y entre risas voy amando mi presente, mi yo, mi única creencia, mi decisión. Soy el oscuro vacío desde el que en cada instante nace y muere y vive el cosmos entero. Por todo esto y mucho más que no puede ser contenido por palabras, os ofrecimos este cuadro que pintó Joan ya hace tiempo. Aunque soy consciente de que ni la pintura, ni las palabras, ni ninguna creación humana puede reflejar la totalidad que habita en mi interior, la inmensidad que soy.”
Sara Fontsere
Pintura de Joan Salvadó (Marido de Sara)