Vicente Sanchez
Valladolid, España
La Ayahuasca me ha transformado completamente. Soy consciente de que el poder de la planta también tiene que ver con el poder que yo le dé, pero aun así puedo decir claro que gracias a esta medicina mi vida ha cambiado por completo. Para empezar llevo varios días desde que terminó el retiro sin parar de escribir. Ahora, literalmente, me paso el día escribiendo, da igual donde me encuentre. Por primera vez la idea de escribir un libro ya no solo me parece algo coherente, sino que lo siento con total normalidad, cuando antes me parecía un reto increíble. Pero es que es todo, la claridad con la que pienso, siento y actúo, la armonía en mis relaciones, la ausencia de juicio, la confianza en todo lo que sucede, la profundidad que siento dentro de mí mismo en la que puedo descansar siempre que lo necesito… Estoy en el mejor momento de mi vida en cada momento. La mayoría de los bloqueos que me tenían como atado y retorcido, viviendo la vida como a la espera, han desaparecido. Tengo tanta fuerza, ilusión y alegría por todo que no puedo parar de hacer cosas, de ir de un lado a otro, de cantar, de escribir, de hablar con la gente. Está llegando a ser hiperactividad porque desearía encontrar mayor paz en el no-hacer, pero teniendo en cuenta de dónde vengo lo que estoy viviendo es el mayor regalo que jamás hubiera podido imaginar. Eso sí, tengo que decir que esta vez fui totalmente decidido a entregarme a la medicina, a morir si fuera necesario y a rendirme a todo lo que tuviera que pasar. Fui solo, en el sentido de que todo el viaje lo organicé y me lo costeé yo, y sabía que algo tenía que cambiar en mi vida para que tuviera auténtico sentido. Digo esto porque mi experiencia fue muy dura, me sentí morir por un tiempo casi infinito, pero gracias a atravesar ese sufrimiento pude darme cuenta de que todo eso lo estaba creando yo y pude renacer por completo. La salida de ese condicionamiento fue el Gran Despertar para mí. Sentí el fuego en el vientre, el prana alimentando cada una de mis células y a mi dios interior pidiendo la transformación de esa energía. Es lo mejor que me ha pasado en la vida. También soy consciente de que hay más y más y más y a veces me crea ansiedad darme cuenta de que ya no hay marcha atrás en este camino. De repente la mente egoica vuelve y patalea como un animal herido, pidiendo explicaciones, pero una sola respiración profunda es suficiente para volver a sentir la vida a través de mí. Los fantasmas vuelven, las mismas personas se presentan de nuevo, los antiguos hábitos insisten, pero a pesar de la extrañeza que todo esto causa, ya nada vuelve a ser igual, la transformación no viene con ticket de devolución. De hecho, paradójicamente, cuando lo de atrás amenaza con volver, el impulso hacia delante es mayor aun. Es algo inexplicable y hermoso. Termino aquí estas palabras que quiero que sirvan de testimonio para que otros que sientan curiosidad por lo que pueda aportarles esta experiencia tengan una referencia más en la que apoyarse. Gracias a todos y cada uno de los integrantes de Inner Mastery por estar colaborando en la urgente tarea de transformarnos en auténticos seres humanos, sea lo que sea lo que signifique eso. Y gracias al Gran Misterio de que todo es perfecto sin saber muy bien por qué.